Las palabras de Marco Rubio de ayer donde decía que Estados Unidos no se podía permitir un flujo irregular de cubanos al ritmo que está sucediendo ahora han sentado mal en la comunidad cubana y sobre todo en aquellos que se encuentran varados en países de América del Sur y Centro América.
Un cubano varado en Ecuador se contactó con la redacción de Cuba en Miami para hacer llegar una carta al senador Marco Rubio. Aquí se la dejamos.
Quito, 25 de Mayo del 2016 15:00
Carta de un Cubano residente en Ecuador
A: Marco Rubio, senador de EUA
Senador Marco Rubio, a raíz de sus recientes declaraciones y de las anteriores en lo referente a la Ley de Ajuste Cubano, me permito, este humilde cubano, hablarle un poquito de lo que es la vida en Cuba, esa pequeña isla en la cual usted no nació y se da el lujo de mencionar con un acento de sentido de pertenencia de pronunciada fobia. Partiendo de que usted es hijo de cubanos que por decisión propia emigraron a los Estados Unidos de América así como muchos hoy anhelan hacerlo, considero que no tiene porqué tratar de hacer política, querer presumir a la luz pública de que siente el peligroso viaje de los cubanos que por una vía u otra intentan hacer el sueño americano realidad.
Se ha sentado usted, que nació en cuna de oro, con sus padres, para conocer realmente que es Cuba?, ha ido usted como Carlucho y otros que han ayudado de manera desinteresada a sus coterráneos que arriesgando todo lo que han conocido y dejando atrás una familia y en mucha ocasiones familiares enfermos a pronunciarse apoyando con su posición de senador?.
Le comento… Nací en cuba, Isla caribeña, llena de personas humildes, cariñosas, soñadores, con costumbres bien arraigadas a sus herencias de carácter político, religioso y social. Fui desde pequeño dirigente, miembro del colectivo de mi escuela primaria, monitor de asignaturas, fui de los que inocentemente le eche flor a Camilo Cienfuegos, de los que de niño lloraba de emoción por el cambio de pañoleta, fui de los que vivió el engaño de que la revolución cubana era lo mejor que podía tener un país, cría en esas figuras políticas las mismas que llenaban de palabras rebuscadas cada discurso al pueblo, fui de los que añoró el Carnet de la Juventud que aún recuerdo en su dorso decía: para ser un joven comunista hay que tener Temple, pero sabe qué senador, todo este engaño inocente duró mientras mis padres se sacaban el aire luchando los cuatro centavos que pagaban por llenarte de responsabilidades laborales y hasta de las colaterales que te hacían no dormir con tranquilidad, esto acabó hasta que me di cuenta de que mi madre teniendo dinero no me podía comprar un par de zapatos para la escuela, cuando quería salir a divertirme como joven y veía a la clase social superior que cuba siempre me ocultó , vestir, comer y disfrutar mejor que yo, el dirigente, funcionario o trabajador que ni siquiera disfrutaba las vacaciones, esto acabó cuando veía mi madre comer arroz blanco y agua con azúcar dejándome el huevo frito como plato fuerte para alimentar a su único hijo y que todo lo justificaba con la frase de todos los tiempos: Esto es culpa del imperialismo yanqui.!.
Al crecer señor Marco Rubio, conocí la verdadera revolución cubana, esa que se conoce cuando se razona, esa que se conoce cuando se es padre y tienes que llevar a tu bebé al médico o igual le tienes que alimentar con lo que no hay, al crecer tuve que igual que mis padres adquirir las mismas responsabilidades, tener serios problemas con los dueños de cuba ( DTI, Seguridad del Estado), también me di cuenta de lo estúpido que había sido desde niño, por creer en filosofía utópica, palabras rebuscadas de mis dirigentes, pero esto no acaba tuve que aun así participar en reuniones de carácter importante dentro de la cadena OPTEI ( Puerto Transporte Economía Interna), ser testigo en un juicio donde incineraban a un chofer de mi empresa, por hacer negocios ilícitos con la famosa Canasta Básica del pueblo, donde mi informe al consejo de dirección como jefe de GPS el DTI quiso utilizar como prueba y declaración de mi persona para pedir el máximo de años al acusado, revolución donde viven de la hipocresía, que nadie habla con fe y el que cree que lo hace es porque esta se encarga de tenerle bien acomodado.
Quiero que sepa señor Rubio, que construí con otros un barco para arriesgar mi vida teniendo ya dos hijas para irme por el sueño americano, siendo único hijo y sabiendo que si pedía mi vida, mi madre se volvía loca, mis hijas huérfanas y lo más importante me convertía en un traidor.
Usted no tiene ni idea señor Rubio, de lo que es vivir en cuba, de no tener que comer, que vestir, que tomar, y decir Viva Fidel, usted no sabe lo que es estar en el trabajo pensando que le doy de comer a mis hijos en casa al llegar, puedo darle muchas razones hasta desde el punto de vista psicológico para que entienda que no tiene ni la más absoluta moral, ni la ética política para querer presumir que se preocupa por quienes ni conoce, o cree que ya en este siglo no se conoce la verdadera política de las personas como usted, que buscan publicidad, fama, o enriquecimiento personal.
Tenga la amabilidad y la bondad de si no va a ayudar no joder, por lo menos si es Católico, rece por aquellos miles que han perdido la vida intentando buscar libertad, independencia económica. Preocúpese por de alguna manera apoyar a los que todavía están en cuba pasando hambre, necesidad, y miseria humana.
Por último senador, si se hace llamar Cubano-Americano, si tuvo la posibilidad de ver la tecnología, frutas y comida en abundancia o por lo menos sin ser racionalizada, guarde silencio por aquellos que aún viven en la pobreza, aquellos cubanos que caminan y respiran porque son necesidades vitales para sobrevivir. Si me quiere entender señor senador, viva con menos de un dólar diario, si me quiere entender, báñese con detergente, tome agua con azúcar y pan duro y ácido para aplacar el hambre, no salga de su casa porque no tiene ni que vestir ni que calzar, sueñe con tener una bicicleta, y en el mejor de los caso con un teléfono o un DVD, por favor señor usted no tiene ni idea de lo que se vive en cuba.
Y si cree que por alguna razón tengo miedo de que pueda hacer usted al respecto por ser senador republicano de los Estados Unidos a mi persona, créame más miedo le tengo volver a cuba que enfrentarlo cara a cara o a lo que pueda hacer por su posición política o riquezas.
Nos seguiremos comunicando porque está no será la primera respuesta a sus declaraciones fundamentadas en su goce propio. Piense en sus hijos y en sus padres por favor sea un ser humano no el instrumento político que oprime a los pobres.
Efraín Sánchez Mateo
Cubano Residente en el Ecuador.
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