Aurelio Hernández, quien durante 8 años trabajó como piloto para Global Air y piloteando la misma aeronave que terminó siniestrada en La Habana acabando con la vida de 111 personas insinuó que sobornos a funcionarios le permitían saltarse inspecciones técnicas y de seguridad.
El piloto aseguró a América Noticias que el avión que se cayó en La Habana era el más antiguo de esa compañía hoy Cuba confirmo que lleva a cabo una investigación donde no busca encontrar culpables sino prevenir accidentes como este.
Aurelio denunció que en repetidas ocasiones se quejó por las violaciones en los mantenimientos y fallas de seguridad, pero al llegar las inspecciones siempre todo salía bien «Desgraciadamente al señor le gusta sobornar» dijo refiriéndose al dueño de la aerolínea.
Las declaraciones de este piloto coinciden con un informe del departamento de seguridad de Cubana de Aviación que recomendaba no contratar a la aerolínea por sus graves problemas técnicos.