¿Qué sería de Cuba sin su red de radares meteorológicos?… La Isla constantemente es asediada por depresiones, tormentas y ciclones tropicales, porque está ubicada en el mar Caribe, región ideal para el desarrollo de fenómenos de este tipo, precisamente por el calor de sus aguas que unido a cualquier perturbación en la atmósfera hace que se desarrollen con facilidad.
Gracias a los radares meteorológicos se pueden localizar precipitaciones, estimar la caída de granizos, medir la dirección y velocidad de los vientos en zonas bajas de la atmósfera. Y por supuesto uno de los usos más importantes es el rastreo de la actividad ciclónica, debido a las imágenes infrarrojas que ellos capturan desde el espacio que permiten saber la intensidad, la ubicación, y la posible trayectoria de los ciclones tropicales que tanto han afectado a Cuba durante años.
Actualmente el país cuenta con un sistema de ocho radares, pero ha querido modernizarlos incorporándoles de forma paulatina la Tecnología Doppler, muy efectiva para medir velocidades de forma instantánea, sin tener que dotar al sistema de memoria. Así será más sencillo precisar la fuerza y la velocidad de los vientos huracanados y otras variables necesarias para evaluar la intensidad y el posible impacto de esos peligrosos fenómenos meteorológicos.
El jefe del Centro Nacional de Radares, Orlando Rodríguez González, asegura que el país cuenta con receptores Doppler y ya están trabajando con el software de procesamiento de datos que estos necesitan, así como las condiciones técnicas necesarias.
Ahora la modernización del sistema Doppler se pretende utilizar en todos los radares, pero lo cierto es que la provincia de Camagüey ya lo aplicó con gran éxito en sus sistemas desde el año 2012. Por eso, en este territorio se encuentra el centro nacional que opera ese tipo de equipamiento y sus especialistas ya tienen gran experiencias en la utilización de equipos de este tipo.
Se trabaja con ahínco en todos los radares del país, pero sobre todo en el de Casablanca, en La Habana, donde se encuentra el Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba.
Además de una mayor precisión para determinar la fuerza y velocidad de los vientos de un huracán, la tecnología Doppler permitirá predecir inundaciones costeras, detectar la ocurrencia de tornados y localizar con gran efectividad las bandas de lluvias intensas.
Pero al decir de los especialistas, uno de los puntos más importantes de esta renovación con la incorporación de la moderna y costosa tecnología Doppler es que se ha podido aplicar gracias a las soluciones creadas por el Grupo de Desarrollo del Centro de Pronósticos de Camagüey, lo cual ha permitido reducir costes en la implementación.
De lo contrario, para poder adquirir un sistema de esta tipo hubiera sido necesario comprarlo en el mercado internacional donde los precios rondan los 3 millones de dólares. Los especialistas cubanos han introducido el sistema con la adquisición de piezas que luego fueron montadas para su funcionamiento con resultados positivos, y un ahorro al país de casi 100 mil dólares en costos de implementación.
Las soluciones, aplicadas en la provincia de Camagüey han arrojado precisiones muy fidedignas, sobre todo porque la tecnología se aplica atendiendo a las variables climáticas específicas de Cuba, a la demanda de energía necesaria, y a las condiciones de explotación que tienen los radares cubanos, que a pesar de los años de actividad se encuentran, según varios expertos, en el sexto lugar mundial en cuanto a densidad de radares por superficie.
La modernización de los radares meteorológicos cubanos no solo viene dada por la incorporación de la tecnología Doppler, sino que además se han introducido sistemas para la automatización de toda la red, algo que viene trabajándose desde hace varios años.
¡Enhorabuena para la meteorología cubana!