Un grupo de médicos cubanos ha pedido ayuda a los senadores estadounidenses Bob Menéndez y Marco Rubio para que se restaure el programa de refugiados Cuban Medical Professional Parole.
El grupo compartió el comunicado para los senadores con el equipo de Diario de Cuba el pasado 8 de febrero según el sitio.
«Nos hemos organizado en un grupo de WhatsApp llamado ‘Solidaridad sin fronteras’, el cual nos ha permitido unir a nuestros colegas para así poder levantar nuestras voces y dar a conocer de manera oficial la situación real por la que hemos y estamos pasando en estos momentos», escriben en una misiva firmada desde Colombia.
«Todos los que estamos en esta situación en Cuba trabajábamos en condiciones precarias, con carencias de todo tipo de recursos, siendo obligados a mentirle al pueblo, obligados a cumplir órdenes sin ningún tipo de orientación lógica, siendo castigados de forma brutal por tener un pensamiento distinto al Gobierno de la República de Cuba, conocido por muchos como ‘el psicoterror'».
«Cada profesional de la salud que arriba a un nuevo país, lo hace con el temor de perder la vida, cada día reza y da gracias por haber sobrevivido un día más en el infierno. Las pésimas condiciones en las que vivimos, el hacinamiento en los hogares, la pobre remuneración y las amenazas constantes por parte de los jefes de misiones y sus aliados, se hacen la rutina diaria para todo cubano. Somos obligados a desviar la consulta médica profesional hacia charlas educativas de política, para así ganar votos a favor del ‘Socialismo'».
«En más de una ocasión se nos informa por parte de los jurídicos de los diferentes estados, que en caso de contingencia militar ‘tenemos’ que participar en la lucha armada, que nuestros estetoscopios se transformarán en ‘fusiles’ y se considerará ‘traición a la patria’ cualquier resistencia o evasión a dicha orden», dicen en la carta dirigida a los senadores.
«Una vez que decidimos abandonar la llamada ‘misión internacionalista’, nos convertimos en prófugos de la justicia, somos llamados ‘desertores; traidores; gusanos’. Somos exiliados de nuestro país y no podemos regresar porque las consecuencias serían catastróficas», advierten.
Para resumir lo que sufren para salir de Venezuela, describen la situación como de «riesgo inminente de muerte», recordando que la gran mayoría no tiene trabajo fijo y solo hacen turnos por sueldos inferiores al mínimo una o dos veces a la semana, «otras veces ni eso».
«No tenemos ningún beneficio en estos países, somos estafados, somos detenidos por la policía nacional por no contar con identificaciones legales para el país (Colombia, por ejemplo), no contamos con permiso de trabajo, si nos enfermamos acudimos a nuestros propios colegas y amigos para por lo menos diagnosticarnos, sin olvidarnos que no contamos con el recurso monetario para el tratamiento», explican.
«Nos convertimos en médicos de nosotros mismos, para el resto del mundo somos ‘constructores, meseros, comerciantes, bolanteros, agricultores’, con mucho respeto a estas profesiones, pero a diferencia de los nacionales, somos expuestos a otro sistema de explotación como lo son las más de 16 horas de trabajo, xenofobia, no prestación de servicios médicos, salarios de seis a ocho dólares al día, donde se nos hace imposible sustentar una renta y al mismo tiempo alimentarnos», añaden.
Los médicos explican como consideran esta situación «salir de un tipo de explotación para entrar en otro».
«(…)Tenemos plena confianza en los senadores Bob Menéndez y Marco Rubio, en Solidaridad sin Fronteras y en el Gobierno de los EEUU, sabemos que están luchando fuerte por ayudarnos, por darnos la oportunidad de ser personas libres, de ser útiles a una sociedad donde se respetan los derechos humanos, donde podamos trabajar dignamente y con nuestros propios esfuerzos. Le decimos NO a la explotación, NO al tráfico humano, NO al Socialismo. NO nos arrepentidos de estar aquí. NO queremos volver a la dictadura cubana», declaran.
«Necesitamos su ayuda, los médicos y profesionales de la salud les decimos que estamos aquí, que estamos desesperados, que existen cubanos muertos y que no queremos seguir sufriendo como lo hacíamos en Cuba. Por favor en nombre de todos les pedimos su ayuda. ‘We really need your help'», concluye la misiva.