EEUU ha responsabilizado a la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM ) y a sus asesores cubanos del asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, que según el medio de prensa Efecto Cocuyo, «no podía ponerse en pie cuando fue trasladado al tribunal 3ro de control militar», el pasado viernes 28 de junio.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, hizo la denuncia en Twitter:
«Denunciamos la muerte sin sentido del capitán Acosta Arévalo a manos del régimen de Maduro. La Dgcim es responsable de su tortura y muerte, junto con sus cuidadores cubanos», escribió Bolton en la citada red social.
We denounce the senseless death of Captain Acosta Arevalo at the hands of the Maduro regime. Venezuela’s military counterintelligence agency (DGCIM) is responsible for his torture and death, along with its Cuban minders. https://t.co/VFsFjczP9i
— John Bolton (@AmbJohnBolton) June 30, 2019
Acosta Arévalo fue detenido desde el 21 de junio y estaba en custodia de agentes de la DGCIM.
Al ser trasladado al tribunal 3ro de control militar casi sin vida, le preguntaron si había sido torturado por el Dgcim, y asintió con la cabeza y pidió auxilio.
Aunque un juez ordenó su traslado a un centro asistencial, Acosta Arévalo falleció en la madrugada del sábado 29 de junio, indicó la defensora de derechos humanos Tamara Suju.
Martí Noticias señala que el Departamento de Estado de EEUU denunció también que el militar «murió bajo la custodia de los matones de Maduro y sus asesores cubanos».
Kimberly Breier, secretaria de Estado adjunta de EEUU para el Hemisferio Occidental, habló en Twitter sobre la implicación de enviados de La Habana en la muerte de Acosta Arévalo.
La muerte del oficial naval venezolano Rafael Acosta Arévalo por presunta tortura es un ejemplo sombrío de cómo Maduro y sus asesores cubanos persiguen a militares y Asamblea Nacional. Pedimos justicia para su familia y para tantos venezolanos víctimas de Maduro y sus secuaces.
— Kimberly Breier (@WHAAsstSecty) June 30, 2019
Los esbirros de Maduro apresaron a Arévalo y a otros a 13 civiles y militares para investigar su presunta participación en un golpe de Estado.
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