Traídas de Panamá, Ecuador, México, República Dominicana o Colombia, las motos eléctricas también conocidas en Cuba como “motorinas” se han vuelto muy populares en la Isla, sobre todo, porque quienes pueden comprarlas se evitan el molesto problema de usar el transporte público, además del considerable ahorro de dinero en combustible, pues solo basta cargarlas a la corriente unas 10 horas y ya se puede recorrer más de 40 kilómetros con ellas.
Aunque su precio puede oscilar en el mercado negro interno entre los 2000 y 3000 CUC dependiendo del modelo, más de un cubano se esfuerza por traerla de sus viajes al exterior ya sea para usarlas o revenderlas.
Eagle, Puma, Tiburón o Coyote son algunas de las marcas que más circulan hoy por las calles cubanas y según declaraciones del diario Juventud Rebelde en lo que va de año se registran en Cuba más de 210 000 propietarios de ciclomotores que entre personas naturales y jurídicas.
Sin embargo, el hecho de ser tan populares ha dado lugar también a la aparición de un sinnúmero de violaciones de tránsito que colocan hoy a las motorinas como uno de los vehículos de mayor incidencia en los accidentes que ocurren hoy en Cuba.
Roberto Rodríguez, Jefe de la Dirección Nacional de Tránsito dio a conocer que en los últimos cinco años en Cuba han ocurrido 56 165 accidentes de tránsito, lo que ha dejado un saldo de 3 738 fallecidos y 41 460 lesionados. Incluso, solo de enero a abril de 2019 se habían registrado 207 accidentes de motorinas en los que perdieron la vida 10 personas y 121 lesionados.
Y es que ya se ha vuelto muy común ver en las calles cubanas, tres y hasta cuatro personas montadas en una misma moto, incluso todas sin el casco protector. Choferes que adelantan indebidamente, o que circulan en sentido contrario, personas que no se detienen en las señales de pare, motoristas que no respetan las distancias entre los vehículos e incluso algunos que circulan sin licencia.
El problema de las licencias se debe a que muchas personas pagan por la “izquierda” los exámenes teóricos y prácticos porque ignoran la necesidad de tener una aprobación para este tipo de vehículos de ciclomotor. Otros incluso, piensan que por tener una licencia de rastra, camión o auto pueden manejar las motorinas como expertos en la vía.
Contrario a como fue en los inicios, hoy para circular en Cuba con una moto eléctrica es necesario tener una licencia de conducción que autoriza la circulación de vehículos de motor, según sea su tipo.
Las licencias que hoy se otorgan en Cuba para las motorinas son dos: Categoría A para motocicletas y otros vehículos de motor similares y la licencia subcategoría A-1 para los ciclomotores, esta última permitida incluso a cualquier personas partir de los 16 años.
Otras de las violaciones más recurrentes es el exceso de velocidad, pues muchos motoristas desconocen que para circular en las calles cubanas solo se puede hacer a una velocidad que no supere los 50 kilómetros por hora.
Esa son las disposiciones que el país establece y que norma también entre los requisitos para importar las motorinas a Cuba: Además de la velocidad señalada, estos vehículos para entrar en la Isla deben ser ciclomotores de dos ruedas con motor térmico de cilindrada, inferior a 50 centímetros cúbicos con motor eléctrico de potencia no superior a mil watts.