Una pareja de cubanos Raquel Rosales y Jandro Acuña, se dieron el sí quiero en una ceremonia oficiada por un sacerdote norteamericano en las proximidades del Río Bravo, en el límite entre México y Estados Unidos, en lo que esperan se resuelva su solicitud de asilo político para ingresar a territorio estadounidense, informó El Sol de Tampico.
Los cubanos se casaron en un boda colectiva, donde otras cinco parejas de distintas nacionalidades también decidieron contraer nupcias, una muestra de que el amor todo lo puede, y aún en los momentos difíciles suele aflorar.
Rosales y Acuña emprendieron su larga travesía juntos desde Cuba, y al parecer el hecho de haber enfrentado las adversidades por un objetivo en común, los hizo darse cuenta de que querían unir sus vidas de una manera más formal.
Organizaciones sociales norteamericanas ayudaron a los migrantes para efectuar este trámite.
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