La cubana Marian Boada, que fue baleada en el tiroteo de Odessa, Texas, el sábado 31 de agosto, ha salido del hospital en el que se encontraba recuperándose, dio a conocer el reportero Daniel Benítez de América TeVé, que conversó con ella.
Boada describió a la prensa el terror que le tocó experimentar cuando comenzó el tiroteo, y dijo su única preocupación en ese momento era su hijo de unos pocos meses de nacido, que se encontraba en la parte trasera del auto.
La cubana de 27 años lleva en su cuerpo las marcas de tres heridas de bala que recibió en el tiroteo de agosto, pero es afortunada porque ya está en su casa, acurrucando a su bebé entre sus brazos.
Marian fue operada en múltiples ocasiones porque su codo quedó destrozado, lleva ahora consigo dos estructuras de hierro en ese brazo, los médicos explicaron que le dolerá, y deberá esperar pase el tiempo para que sane.
La isleña que salió del hospital ayer martes, tras nueve días hospitalizada, se encuentra con sus padres, que viajaron desde Cuba, por la preocupación de que su hija fuera baleada y para ayudarla con la recuperación.
También en la balacera de Odessa perdió la vida un cubano, Rodolfo Arcosde 57 años de edad.
En el sangriento tiroteo perdieron la vida siete personas, y 25 resultaron heridas.
«Ahora tengo que empezar a recuperar la movilidad de los dedos, y empezar como que a aprender a volver a escribir, a volver a comer», explicó Boada, quien tendrá una larga recuperación, pero además costosa.
Amigos y familiares de la cubana crearon una página de GoFundMe, para que pueda ser ayudada con el proceso de los gastos médicos.