Una familia de cuatro cubanos en Ciudad Juárez es la primera en montar un negocio con sus propios ahorros mientras esperan su turno para solicitar asilo a las autoridades estadounidenses.
La familia natural de Matanzas, está compuesta por un licenciado en optometría, una doctora estomatóloga, y dos expertos en gastronomía, quienes se decidieron a embarcar en el nuevo negocio cuando uno de ellos se quedó sin trabajo tan solo 4 meses después de llegar a la ciudad.
A la cafetería la nombraron “Sabor Cubano”: un pequeño local de tamales cubanos, frituras y batidos de su añorada Matanzas.
“Yo veía que no había mucho trabajo y se dificultaba, y no es lo mismo ser dueño de tu mismo negocio, que sabes que nadie se te va a botar”, afirmó a CubaNet Ernesto Pagés Leyva, un licenciado en optometría de 36 años, que se encarga de la promoción.
El reportaje especial del sitio Cubanet, recogió testimonios de varios clientes entre cubanos y otras nacionalidades.
“Me fui por tres frituras y los batidos. Exquisito todo, como lo tenemos en Cuba, por eso fue tan linda la experiencia”, dijo una cubana de Granma que ya lleva en la ciudad 5 meses.
El sitio es pequeño, y solo tienes dos sillas para sentarse en el mostrador que da a la calle, pero a los visitantes no les importa comer de pie o pedir para llevar.
El local está ubicado detrás de la Catedral a la salida del puente de la céntrica calle 16 de septiembre.
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