El grupo pro-castrista Alianza Martiana se manifestó este domingo en las calles de Miami pidiendo la suspensión de medidas contra Cuba por parte de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.
Una caravana de automóviles de miembros de Alianza Martiana condujeron por toda la Calle Ocho con banderas cubanas y carteles pidiendo la normalización de los vuelos a la Isla.
El presidente de la Alianza, Max Lesnik, dijo a Telemundo51 que «Las medidas que ha tomado la administración del presidente Trump en contra de los viajes a Cuba afectan los derechos humanos de los cubanos que viven en la isla y de los cubanos que vivimos en Estados Unidos».
Lesnik asegura que no se trata de política, sino de apoyar a los cubanos y al pueblo de Cuba en sí, porque «es cuestión de sentimiento, de corazón».
Una cubana presente, no afiliada al grupo, aprovechó la ocasión para pedir algo del gobierno cubano a cambio: la reducción del precio del pasaporte cubano en los Estados Unidos.
“Quiero insistir en que el pasaporte cubano deberían bajarlo también como parte de este pedido a las autoridades cubanas. Porque es injusto que un pasaporte cubano cueste 800 dólares, y sea válido solamente por seis años. De esta manera también están limitando a muchas personas a entrar a Cuba, porque no pueden monetariamente afrontar un gasto como este”, señaló Eli Rodríguez.
Otro cubano, sin embargo, justificó los altos precios del pasaporte asegurando que «el problema es que Cuba no lo puede comprar en dólares en ningún país del mundo. Entonces tiene que buscar los dólares por alguna parte. Cuando los americanos quiten el bloqueo, Cuba bajará el pasaporte y bajará muchas cosas más».
Rodríguez tiene claro que el gobierno cubano gana dinero de muchas formas. «Las agencias ganan dinero. El gobierno cubano gana dinero», dijo.
La Alianza Martiana ha estado identificado en Miami por representar los intereses del gobierno cubano. Cuando se le preguntó a un miembro sobre como la organización aboga por los cubanos en la Isla regulados por la dictadura que les prohíbe viajar, Elena Freyre dijo: «Estamos en suelo estadounidense. Estamos hablando (…) de los Estados Unidos. Cuando estamos en Cuba nosotros dialogamos con quien quiera hablar con nosotros sobre cualquier cosa que no consideremos correcta, como mismo lo hacemos aquí».
El pasado 27 de enero la sede del grupo ubicada en el noroeste de Miami fue vandalizada. Varias personas pintaron en la fachada de las oficinas un letrero en letras rojas que leía: «Abajo Comunistas».
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