Las autoridades carcelarias están prohibiendo la entrada de familiares que muestren síntomas de gripe o disnea respiratoria, en las visitas a los reclusos en las prisiones de la Isla, según el Dr. Ramón Zamora, explicó a Martí Noticias, vía telefónica desde Holguín, esta medida solo llega a tener sentido si ya hubiese entrado el coronavirus a Cuba, sin embargo, el régimen sigue negando se haya reportado algún caso.
«Dentro de las prisiones se ha decretado una alarma, y ningún familiar que tenga catarro o cualquier síntoma de disnea [respiratoria] o algo así puede entrar» a las visitas», dio a conocer el médico traumatólogo.
«Si están tomando estas medidas en el acceso a las prisiones, están demostrando que realmente ya Cuba tiene que contar con casos de coronavirus», añadió el galeno, que ve estas medidas como drásticas.
Otros médicos del país caribeño, advirtieron el martes que el Gobierno de la Isla recluirá en los hospitales militares a los enfermos de coronavirus no con el fin de propiciar una mejor atención médica, sino para controlar la información sobre todos los casos que aparezcan.
Desde Santiago de Cuba, el Dr. Roberto Serrano, dijo que «todo obedece a lo mismo de siempre: tratar de mantener como un secreto de Estado enfermedades transmisibles que afectan al país».
«Ya lo hemos visto anteriormente, por ejemplo, cuando el sida, que aislaron a los pacientes por mucho tiempo y prácticamente a veces ni la familia podía verlos», agrega.
«Siempre se le denominó como ‘el sida que entró con los internacionalistas africanos», comentó desde Suiza, el biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola, en referencia a los primeros tiempos en que apareció esa enfermedad.
«Los concentraron, los llevaron a hospitales militares, los atendieron militares y paramilitares, lugares como aquel Villa Los Cocos, donde los recluyeron, metieron presos a todos los portadores del VIH y enfermos de sida que llegaron a Cuba, justamente para evitar que saliera la información desde estos centros a la calle», explicó.
El primer ministro Manuel Marrero fue quien adelantó el pasado lunes, en la Mesa Redonda Informativa, que los hospitales militares se dedicarán a casos sospechosos de coronavirus.
«Se decidió sumar a las instalaciones ya previstas para aislar los casos que sean sospechosos los hospitales militares del país, con la excepción del Carlos J. Finlay», anunció Marrero.
El Hospital Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán, de La Habana, dará prioridad a los casos positivos del coronavirus, y solo los casos complicados serán atendidos en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, reporta el diario digital 14yMedio.
En el Joaquín Albarrán solo funciona un ascensor de cinco, señalaba el medio independiente.
Según el Dr. Serrano, los hospitales militares tienen el mismo régimen de los otros: son un sistema de cubículos para tres o cuatro pacientes.
«Ojalá y sean bastante pocos los pacientes que infecten aquí en Cuba, porque si es una cantidad apreciable, no va a servir para nada ningún hospital militar», advirtió.
Serrano indicó que en otras ocasiones cuando el Gobierno ha tratado de mantener en secreto otras enfermedades, como fue el caso de la conjuntivitis, lo único que han logrado es exponer a mayor personas al virus.
Mientras el doctor Zamora, opina que el régimen quiere dar a entender al mundo, que tiene un sistema de salud superior, por lo que aunque el virus haya enfermado a personas de países desarrollados, niega que en Cuba se haya reportado algún caso a estas alturas.
«Ellos hablan de una información alarmista generada por nosotros, cuando en realidad los que generan alarma son ellos, que mantienen ajeno al pueblo de todo este tipo de situación», sentenció.
El médico Santiago Márquez Frías, desde Manzanillo, Granma, dijo que ante una epidemia de esta índole «sería insuficiente el número de hospitales que se podrían dedicar al aislamiento y tratamiento de esas personas» en el país comunista.