Esta semana miles de residentes en Michigan protestaron en contra de la gobernadora Gretchen Whitmer por la orden de «quedarse en casa» y el cierre de los negocios locales que ha afectado severamente la economía estatal.
Por millas, miles de conductores obstruyeron las calles para exigir a la demócrata Whitmer que alivie las restricciones y les permita volver a trabajar.
Las personas se amontonaron en sus vehículos afuera del capitolio estatal. Emitían canciones patrióticas en las radios de los automóviles, ondeando todo tipo de banderas desde las ventanas: banderas del presidente Trump, banderas estadounidenses y ocasionalmente la bandera confederada.
Los protestantes argumentan que la orden es excesiva y que está más allá de la autoridad que pueda tener la gobernadora.
«¡Enciérrenla!» y «¡No cumpliremos!» gritaban a coros.
There are a lot of people outside their cars. pic.twitter.com/h3OYiXotwL
— Mikenzie Frost (@MikenzieFrost) April 15, 2020
Por su parte Whitmer dijo que estaba «decepcionada» con los manifestantes en su mayoría sin máscara y aquellos en automóviles que afectaron el servicio de autobuses e incluso bloquearon una ambulancia (lo que los organizadores negaron).
Whitmer dijo que los manifestantes podrían haber empeorado la situación en un estado que ya está lidiando con más de 28,000 casos confirmados de coronavirus, el tercero peor en la nación. La protesta, llamada «Operación Gridlock», «puso en peligro la vida de las personas», dijo.
Some images from the protest so far pic.twitter.com/oNn4HA7mNt
— Mikenzie Frost (@MikenzieFrost) April 15, 2020
«Sabemos que esta demostración tendrá un costo para la salud de las personas», dijo Whitmer. «Sabemos que cuando las personas se reúnen de esa manera sin máscaras … así es como se extiende Covid-19. Entonces, la triste ironía aquí es que la protesta fue que no les gusta estar en esta orden de quedarse en casa, y pueden haber creado la necesidad de alargarla, algo que estamos tratando de evitar a todo costos «, añadió.