En la actualidad, no es un secreto que la situación del mercado financiero se presenta como bastante volátil. Existe incertidumbre sobre lo que va a pasar, pero son muchos los inversores que ven esta como una oportunidad magnífica para invertir en acciones a precios muy bajos. Y es que de los momentos de crisis también se obtienen resultados positivos a largo plazo, tal y como vaticinan los expertos. Solo hace falta un poco de paciencia… Aún así, ¿te planteas si este es buen momento para invertir o, por el contrario, es preferible esperar? Te contamos qué debes saber para tomar una decisión al respecto.
¿Cuáles son las opciones?
El escenario actual se presenta como particularmente difícil a la hora de tomar decisiones. Desde las autoridades monetarias se está haciendo un esfuerzo por proveer de estímulos a las bolsas de todo el mundo. Sin embargo, los inversores ven cada día cómo estas sufren pequeñas subidas a lo largo del día para desinflarse al final de la jornada, momento en el que aparecen frecuentemente en rojo. Ante este panorama hay quienes se están echando atrás, pero muchos otros toman las caídas como la gran oportunidad que permite obtener rentabilidad a largo plazo.
La capacidad que tengamos en estos momentos de pavor para mantener la cabeza fría es fundamental. Así lo advierten los expertos, que coinciden en señalar que las situaciones de crisis son especialmente propicias para conseguir las mejores oportunidades de inversión en bolsa. Vender ahora implica cristalizar las pérdidas, pero, sobre todo, perder la ocasión de ser partícipe de la recuperación del mercado.
Si por lo que optamos es por hacer una reinversión en un futuro saldremos perdiendo, puesto que contaremos con un número menor de acciones de las que teníamos antes. Lo más beneficioso en ese sentido es seguir fielmente el plan financiero que habíamos trazado, dado que, a no ser que tengamos la intención de abandonar para siempre el mercado, compraremos de nuevo en el futuro a un precio más alto.
¿Debemos aprovechar las caídas?
Otros expertos valoran los riesgos de decantarnos por invertir en estos momentos. Como señalan, lo que vemos por ahora son las consecuencias de la alerta sanitaria, pero no los efectos económicos que tendrán las medidas resultantes de tratar de frenarla. Es decir, nos faltan piezas en el puzle que nos permitan prever la evolución de la economía. Sin embargo, lo que sí parece claro es que la situación de la que partimos se valora como más positiva que la crisis de 2008. El punto de partida es más estable y no cuenta con los desequilibrios que se han dado en crisis anteriores, puesto que la situación de las finanzas en el sector privado es mejor hoy en día.
Por todo ello son muchas las opiniones que recomiendan la compra, aunque, ante todo, con prudencia. Los bajos precios que encontramos ahora son una ocasión insólita y el punto clave para rentabilizarlos está en aprovecharlos antes de que se produzca el previsible rebote. Además, hemos visto que crisis como la del 2008 se acaban recuperando, por lo que al invertir hay que ser paciente y tomar conciencia de que ocasionalmente se producen caídas de cierta relevancia y que son inesperadas. Al final, los mercados siempre se recuperan.
También se sostiene que es importante vigilar lo que compramos porque nunca podemos saber cuál será el resultado de nuestras inversiones. No obstante, se hace hincapié en tener una “actitud inversora”, según la cual, si tenemos intención de continuar invirtiendo, lo mejor es comprar; por lo que este se presenta como el momento idóneo para hacerlo. Y si no queremos arriesgar tanto, al menos, debemos evitar a toda costa vender.