Un jubilado brasileño que falleció en Cuba mientras se encontraba de vacaciones no ha podido ser repatriado a su país de origen junto a sus familiares por una negativa del gobierno de la isla.
Paulo Roberto de Oliveira, de 65 años, viajó con su esposa Magali Rodrigues a pasar nueve días de vacaciones en Cuba el 1 de mayo para disfrutar de su jubilación. El 8 de mayo sufrió un infarto fulminante mientras paseaba en taxi reporto la prensa de Brasil.
Departamento de Higiene y Epidemiología de Cuba negó el permiso para trasladar el cadáver ya que según ellos el cuerpo no está en condiciones de ser trasladado. La familia tiene el documento que prueba que fue embalsamado y se encuentra en el Instituto de Medicina Legal desde el día de la muerte lo que contraria la razón de Cuba para entregar el cadáver.
«Mi padre no es un ladrón, no tiene una enfermedad, no hay razón para que sea enterrado allí. Él es el patriarca de una familia; tiene varias personas aquí que quieren despedirlo», dijo Rodrigo Oliveira, hijo del fallecido.
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