A medida que se relajan las restricciones para prevenir el Covid-19 en Florida, con la Fase III de reapertura del estado, empiezan a surgir los problemas, prueba de ello es que el pasado sábado la policía tuviese que interrumpir una fiesta de más de 1.000 personas en Tallahassee, informa El Nuevo Herald.
La fiesta tuvo lugar en un edificio de apartamentos cerca de la escuela llamado Tenn Street Apartments, donde se estacionaron más de 700 automóviles, y próximo a la Universidad Estatal de la Florida (FSU).
La cantidad de autos en estas calles obstaculizaban el flujo del tráfico en la zona, dieron a conocer las autoridades.
Aunque según el portavoz del Departamento de Policía de Tallahassee, la fiesta fue solo uno de los muchos grandes eventos sociales que las autoridades tuvieron que dar por terminado durante el fin de semana.
La multitud fue dispersada en varios autos patrulleros de la policía de Tallahassee, y gracias a un helicóptero de la policía del Condado Leon.
Desde la semana pasada, el gobernador Ron DeSantis anunció solicitaría una «carta de derechos» para los estudiantes universitarios, luego de reportes de grandes fiestas.
DeSantis dijo que entendía las medidas de las universidades, pero al mismo tiempo quiso ponerse en los zapatos de los estudiantes, y explicó consideraba exagerado que la escuela expulsara a un alumno por ir a una fiesta.
Sin embargo, a penas a semanas de haber iniciado el semestre de otoño, la FSU indicó que más de 1.400 estudiantes han dado positivo a las pruebas por el coronavirus.
Las estadísticas más recientes sobre el Covid-19, pueden verificarse en la FSU.