El joven cubano Yosvannis Modesto Díaz Serpa, residente en Estados Unidos y crítico con el régimen de La Habana, le es negada la entrada a su patria.
«¿Cómo le explico a mi madre, a mi familia, a mis amigos, que el gobierno dictatorial cubano simplemente decidió que no pisaré mi tierra natal?», dijo en su página de Facebook al conocer que estaba regulado por las autoridades migratorias de la Isla.
En su escrito publicado en Facebook, comenta que vive fuera de la Isla desde hace algunos años:
«Yo salí de Cuba hace algunos años con pasaporte oficial y supuestamente todo estaba en orden. En su momento se me hizo saber que no adoptarían ninguna medida contra mí. Llegué a México a través de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que me permitió obtener el documento para viajar y así evitar la solicitud de visado»
Según explica Díaz Serpa, el evento al que asistió no estaba relacionado con la UNEAC, ni a ningún otro organismo del estado, por lo que aprovechó la oportunidad de salir de Cuba con el pasaporte oficial que tenía.
La noticia de su regulación impidiéndole entrar al país donde nació, lo sorprendió, ya que sus documentos están en regla y no ha cometido ningún delito que pudiera hacer pensar en deudas con la justicia cubana. No obstante reconoce que no es la primera vez que se violan los derechos humanos básicos de los cubanos en su país, a otras personas las autoridades migratorias de La Habana le han negado el permiso de entrada al país.
«Tengo una amiga, que desde que salió de Cuba, no ha podido entrar», comenta Díaz Serpa.
La profesora universitaria Omara Ruiz Urquiola, recientemente le fue negada la entrada a la Isla, después de haber finalizado un tratamiento oncológico en Estados Unidos.
Díaz Serpa comenta que: «Soy bienvenido en cualquier parte del mundo excepto en mi propia tierra, donde normalmente me deberían recibir. Esto es sólo posible por las atrocidades de un gobierno comunista dictador».
«Como ciudadanos cubanos queremos que el gobierno avance hacia la normalización de las relaciones con el resto de las naciones, pero, en primer lugar, con los propios cubanos donde quiera que se encuentren», decía una carta que en febrero del 2021, Díaz Serpa firmó junto a otros muchos a favor de normalizar las relaciones dentro y fuera de la Isla.
En la mayoría de los casos las personas se enteran que están “controlados”, que no se les permite entrar a su país poco antes de abordar el avión y sin derechos a reclamación ante las autoridades.
Todo esto ha hecho que activistas en Estados Unidos denuncian que tanto empresas privadas como un gobierno democrático ceda ante los intereses de la dictadura cubana.
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