Maritza Santana, madre cubana que tiene a su hija hace dos años residiendo en Alemania, contó el lunes al medio independiente CiberCuba que no ha vuelto a tener comunicación con su hija, la última vez le había dicho que iría al aeropuerto a pedir que la deportaran.
Su hija, Sara Aguilar, es una joven trans de 24 años de edad que se fue de Cuba hace más de dos años y no ha podido establecerse en ese país europeo sufriendo vejaciones, incluso se involucró en el consumo de drogas:
«Sabía que tenía problemas, pero ella para no preocuparme me decía que estaba bien. Supe que hasta la golpearon y cuando iba a pedir ayudas, la peloteaban»
La madre de Sara preocupada por lo que le pudiera estar pasando a la joven, solo desea que esta regrese sana y salva a Cuba:
«Pienso que esté detenida en el aeropuerto, porque no contesta las llamadas ni los mensajes. Siempre me responde rápido, y cada segundo que pasa tengo más miedo de lo que pueda pasarle»
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), facilita ayudas económicas a personas necesitadas y sin recursos, a través de esta organización países europeos tienen un programa que permite ayudar a migrantes a regresar voluntariamente a su nación de origen.
Cubanos han intentado establecerse en Alemania, pidiendo refugio, pero muchos de ellos se les ha hecho difícil iniciar una nueva vida en ese país, debido a las barreras culturales, idiomáticas y sociales y se han visto obligados a regresar, principalmente por no haber podido legalizar su estatus migratorio.
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