Fotografías tomadas por una cubana revelan la soledad que predomina en las calles de La Habana

Malecón de La Habana. Foto: Port_Folio / Shutterstock.com

La crisis económica, política y social en Cuba ha generado disímiles consecuencias, entre estas, un enorme descontento popular. 

El pasado domingo una cubana publicó en las redes sociales varias fotos tomadas a las 9:00 de la noche al Puente Almendares, en el Vedado, agregando: «Cada día más vacía mi Cuba».


Su publicación generó varios comentarios de personas que en sentido general, se refirieron a la tristeza, la desmotivación y el miedo que predominan en la isla.

Una de las usuarias hizo alusión a la soledad que existía en las calles, incluso de día, ante el incremento de la emigración de miles de cubanos hacia otras partes del mundo, la ocurrencia cada vez más frecuente de robos con violencia, el alarmante envejecimiento demográfico, la disminución de la natalidad y la ausencia de niños en las calles jugando.

Otra ciudadana manifestó que los cubanos habían perdido la esperanza de tener una vida digna y que la situación de Cuba metafóricamente hablando era semejante a la de un paciente en terapia intensiva, señalando: » Cuba es un paciente de terapia intensiva con mal pronóstico para la vida por no decir que es un cadáver, porque aún estamos vivos los que quedamos». 

Además compartió su experiencia personal, alegando que ni siquiera salía los fines de semana, pues no tenía ganas luego de pasar trabajo durante el resto de los días para realizar cualquier gestión o para resolver cualquier problema, ni dinero, recalcando que los ingresos percibidos eran ínfimos para afrontar los precios tan elevados de los productos y que la prioridad era comer. También comentó que su barrio no escapaba del silencio y la soledad en las noches, unido a la violencia existente, y que a pesar de este crítico escenario, no podías dar ninguna opinión. En tal sentido afirmó: «Si sales a la calle, te asaltan o te matan para robarte y no pasa nada. No hay ni los mínimos alimentos ni dinero para la mayoría de las personas adquirir lo imprescindible para vivir, no tienes derecho a opinar…¿Entonces? ¡El desastre!

Por otra parte, se refirió a la pérdida que han experimentado los cubanos de sus características más distintivas. Los cubanos son personas alegres, emprendedoras, que adoran escuchar música en sus casas cualquier día, sin esperar a una ocasión especial, que les encanta salir a fiestas por humildes que estas sean, visitar a los amigos. Sin embargo, los ánimos han ido mermando tras el constante sacrificio que supone llevar los alimentos a la mesa.  Al respecto esta cubana expresó: «La alegría innata en nosotros los cubanos se apagó, se esfumó, desapareció. Es que sin incentivo no vas a ninguna parte, te paralizas, como estar sin aliento, sin deseos de vivir y lo peor es que tienen motivos para sentirse así».


En otro de sus comentarios destacó que los cubanos que quedaban en la isla tenían mucho miedo a enfrentarse al régimen imperante, por lo que en lugar de luchar por cambiar la situación, permanecían estáticos soportando una vida permeada por la escasez, los apagones y la inflación, manifestando: » El miedo es demasiado, ellos desde pequeños nos adoctrinaron y metieron miedo en el alma sin esperanza de nada…Triste realidad».

Otro cubano también comentó que cuando él era apenas un adolescente, en el año 1963, trabajaba en el cabaret Copa del Hotel Riviera y salía en horas de la madrugada para llegar hasta la terminal de trenes e increíblemente en ese horario habían muchísimas personas que transitaban por las principales calles y avenidas y gran parte de los negocios estaban abiertos, afirmando: «Desde hace décadas la ciudad está prácticamente muerta, una imagen triste y desoladora».

Los ciudadanos han perdido sus motivaciones, muchos solo piensan en lograr emigrar para dejar atrás la escasez de alimentos y medicinas, los apagones y la inflación descontrolada.


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