Recientemente la exitosa cantante colombiana Shakira ha sido acusada de cometer fraude fiscal en España desde el 2012 hasta el 2014, período en que permaneció casi todo el tiempo en dicho país a pesar de tener su lugar de residencia legal en Las Bahamas. Su prolongada estancia en la nación europea implicaba el pago de impuestos por concepto de ingresos según las tasas impositivas establecidas en este territorio, que resultan más elevadas que en el mentado grupo insular.
En consecuencia, las autoridades fiscales de España determinaron que la artista debía abonar la suma de 14,5 millones de euros por haber ocasionado al Estado un perjuicio patrimonial al incumplir con sus obligaciones tributarias.
Precisamente este lunes la cantante logró arribar a un acuerdo con dichas autoridades durante la primera audiencia celebrada en una corte en Barcelona, comprometiéndose a pagar una multa de 7,3 millones de euros. Con anterioridad a esta comparecencia, abonó al fisco la cantidad defraudada y otros 3 millones por intereses.
Este hecho fue valorado como una atenuante por el Tribunal encargado de juzgar el caso, el que determinó condenar a la artista a tres años de privación de libertad y al desembolso de la suma pactada. Sin embargo, la reina del pop latino podrá evadir la prisión si paga 432000 euros, cantidad que se corresponde con el tiempo que deberá permanecer recluida, teniendo en cuenta que la cuota impuesta fue de 400 euros por día de prisión.