Actualmente se ha evidenciado un aumento del número de personas en el mundo que acuden a los aeropuertos en busca de refugio y que terminan convirtiendo estos lugres en sus hogares.
El Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) no escapa de esta triste realidad, pues según el director de Comunicaciones del Departamento de Aviación de Miami-Dade, Greg Chin, en los últimos meses se ha detectado la permanencia de personas sin vivienda en dicha terminal aérea. Esta conducta está prohibida por el código del condado, es decir, solo pueden pernoctar en propiedad del aeropuerto aquellos individuos que tengan algún motivo de viaje o de negocios. Ante dicha situación el personal de seguridad y agentes del orden han optado por aconsejar a los transgresores que abandonen el sitio.
La Policía de Miami- Dade informó al sitio web de noticias Axios que en un período de seis meses que finalizó el pasado mes de septiembre, se registraron 352 encuentros de este tipo, con un promedio de dos por día y que al comienzo de la pandemia hubo un incremento importante de estos casos.
Este mes la estación de televisión 7 News Miami reportó la existencia de personas viviendo dentro del aeropuerto de Fort Lauderdale.
El mentado funcionario manifestó, además, que junto al Homeless Trust del condado de Miami-Dade se han trazado estrategias con el fin de proveer de ayuda y de servicios de vivienda a estas personas vulnerables. En tal sentido recalcó que históricamente aproximadamente el 30% de las mismas aceptan la asistencia brindada. A su vez, agregó: «Aquellos que no aceptan asistencia son escoltados fuera de la propiedad del aeropuerto, y aquellos que regresan al MIA reciben advertencias de invasión, citaciones o son arrestados por la Policía».
Este fenómeno no afecta únicamente al sur de Florida, sino también a aeropuertos de ciudades como Chicago, Cleveland, Palm Springs y Buenos Aires, lo que ha conllevado a que las autoridades competentes hagan cumplir de forma rigurosa las leyes contra la entrada ilegal a estos lugares.
La problemática ha adquirido tales dimensiones que el mes pasado miembros de la Coalición de Miami para Promover la Equidad Racial expresaron su preocupación al respecto ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. En esa ocasión alegaron que penalizar a personas sin hogar constituía una vulneración de los derechos humanos.
El Comité emitió su respuesta formal este mes exhortando a Estados Unidos a eliminar esas políticas y a intensificar los esfuerzos para ofrecer soluciones habitacionales sugiriendo la reorientación de fondos provenientes de la justicia penal hacia la construcción de viviendas y refugios en beneficio de los perjudicados.
Siya Hegde, abogada del Centro Nacional de Leyes sobre Personas sin Hogar, argumentó en Ginebra que la implementación de políticas punitivas no era la forma más adecuada de enfrentar el problema y que la raíz de este se hallaba en la falta de vivienda, por lo que la verdadera solución consistía en garantizar a los ciudadanos una vivienda segura, asequible y digna.
Lo cierto es que la presencia de personas sin hogar en los aeropuertos refleja las falencias del sistema de viviendas en Estados Unidos y la necesidad imperante de que se adopten medidas concretas y eficaces que respeten la dignidad y los derechos humanos de dichas personas.
