En el día de hoy el periodista cubano Mario J. Pentón, desde su habitual espacio en las redes sociales, dio a conocer que fue hallado el cuerpo del joven cubano nombrado Alejandro Díaz Albert, de 28 años, quien desapareció en la madrugada del pasado jueves mientras intentaba cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Según Mario una familiar de la víctima se presentó hoy ante las autoridades de la frontera con el fin de reconocer el cuerpo, sin embargo, dichas autoridades le comunicaron que esa acción era innecesaria, pues ya el fallecido había sido identificado a través de su pasaporte y carné cubanos, documentos que llevaba consigo al ser encontrado.
Igualmente, compartió el audio que le envió ayer una de las migrantes también de origen cubano que vivió esta angustiosa experiencia, en el cual narra lo sucedido.
De acuerdo a lo manifestado por ella, los agentes estadounidenses detectaron la presencia de los migrantes, los señalaron con linternas y avisaron al personal de emigración de México, por lo que fueron sorprendidos por una camioneta que se desplazaba a una alta velocidad. Ante esta situación se asustaron, se desviaron del camino en el que estaban y corrieron por un despeñadero. Luego se lanzaron al río Bravo y comenzaron a nadar.
Sin embargo, la cubana declara que al parecer el joven no sabía nadar y que ese río es peligroso por la presecia de plantas sumergidas que pueden enredarse en los pies de las personas y provocar que se ahoguen. Asimismo, agregó: «La corriente del río engaña (…) El problema es que la corriente del río está abajo, arriba el río está plano y tú piensas que no tiene corriente».
Además, el periodista se refirió al video que recibió por parte de la abuela de la víctima, en virtud del cual ella le solicitó ayuda desde la isla para averiguar el paradero de su nieto, contándole los detalles de esta trágica historia.
Al mismo tiempo señaló que la familia está muy afectada con la noticia y que a pesar de las sospechas que existían, hasta hoy conservaban la esperanza de que estuviera vivo. Los padres del joven, su esposa y su hija de apenas un año también residen en Cuba.
Mario recalcó que las condiciones del cuerpo no permiten su repatriación a dicho país, por lo que les sugirió a los familiares solicitar una visa humanitaria con el objetivo de que algunos de ellos pudiesen viajar a los Estados Unidos y asistir al funeral del joven, un trámite que se realiza por medio de los congresistas locales.
La otra opción contemplada por la familia es que se practique la cremación del cuerpo y que sean enviadas a Cuba las cenizas de Alejandro.
Lo cierto es que resulta muy lamentable que personas tan jóvenes pierdan su vida tratando de conquistar un futuro mejor para ellas y para sus seres queridos, impulsadas por la crítica situación económica y la falta de perspectivas que predominan en la mayor de las Antillas.
