La Guardia Costera de Estados Unidos ha propuesto el establecimiento de una zona de baja velocidad para algunos barcos que transitan en los alrededores del Puerto de Miami.
El fin de esta idea es fortalecer la seguridad marítima y reducir las pausas en el puerto de cruceros más visitado a nivel mundial.
Se trata de una medida cuyo origen responde a la ocurrencia cada vez más frecuente de choques entre embarcaciones debido, en gran medida, a la congestión del tráfico en las vías de navegación cerca del puerto.
Y es que la Guardia Costera ha señalado «un aumento en el riesgo de la navegación» debido a la confluencia de varios factores, entre los que se destacan las numerosas operaciones comerciales que se desarrollan a diario en el puerto, la expansión de terminales de cruceros y la creciente afluencia de embarcaciones de recreo y de comercio, todo lo cual complejiza el tránsito marítimo en el área.
En relación a la iniciativa, el capitán de la Guardia Costera, Chris Cederholm, expresó: «Actualmente no hay límite de velocidad aquí».
Para exponer la magnitud del asunto la Guardia Costera invitó al equipo de la estación de noticias NBC6 a trasladarse en uno de sus barcos hacia Government Cut y Fisherman’s Channel para que observara directamente el nivel de atasco existente en esta popular arteria de navegación.
Al respecto Cederholm manifestó: «Mantener todo esto en movimiento es un gran corazón y motor de Miami-Dade».
En febrero del año en curso se produjo una colisión entre dos embarcaciones que dejó un saldo de 13 víctimas, quienes fueron hospitalizadas, incluso, una de ellas tuvo que ser aerotransportada por la gravedad de su estado de salud. La mayoría de las personas heridas sufrieron lesiones que impactaron sus vidas para siempre.
También hubo otro lamentable accidente en junio del pasado año cuando un barco recreativo y un ferry de Fisher Island chocaron de forma violenta, resultando muerta una persona y otra herida, lo cual conllevó al cierre del puerto por 12 horas.
En tal sentido, el mentado capitán destacó: «Debido a algunos de estos accidentes, la idea de tener esencialmente una zona de baja velocidad, tenemos la capacidad regulatoria para hacerlo. Ahora está en revisión».
De las 13 personas afectadas por el siniestro, quienes viajaban a bordo del barco turístico Thriller, 10 fueron representadas por los abogados Eric Mausner y Thomas Graham. Ambos juristas consideran que el fatídico hecho podría haberse evitado si hubiese una zona de no estela.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Graham alegó: «Ya es hora de que se hagan algunos cambios para que sea más seguro allí y estamos muy contentos de que el desafortunado incidente en el que nuestros clientes estuvieron involucrados haya provocado algún cambio».
La Guardia Costera está recepcionando las opiniones públicas sobre la pertinencia de instalar una zona de baja velocidad.
Si finalmente se procede a su aprobación, la norma solo será aplicable a aquellas embarcaciones de menos de 150 metros.
Cederholm reveló que hasta el momento la propuesta goza de bastante aceptación, agregando: «Queremos mantener a las personas seguras, ya sea mientras disfrutan del agua o mientras comercian en el agua o hacen sus negocios en el agua».
La Guardia Costera-Sector Miami extenderá la posibilidad de enviar criterios acerca de la instauración de la zona de baja velocidad hasta el próximo 13 de mayo.
