Recientemente, un grupo de ingenieros de Wiss, Janney, Elstner Associates (WJE), quienes están a cargo de la investigación de la caída de Champlain Towers South, revelaron nuevos detalles sobre las causas del siniestro, que indican dónde se produjo la primera falla estructural de dicho complejo de residencias ubicado en Surfside, Florida, la cual desencadenó el colapso el 24 de junio de 2021, provocando la pérdida de 98 vidas humanas.
Estos especialistas, contratados por el administrador judicial de la asociación de condominios, dieron a conocer las últimas evidencias halladas a través de un seminario web publicado el martes. Matthew Fadden, director asociado de WJE en Fort Lauderdale, aclaró que el desastre fue el resultado de la confluencia de varios factores.
Los expertos ratificaron tal conclusión basándose en los estudios iniciales realizados por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), que ponen de relieve la existencia de diseños con errores y el desarrollo de trabajos constructivos que no se ajustaban a los parámetros de edificación, así como de modificaciones al edificio que, de manera conjunta, contribuyeron a intensificar su fragilidad. Uno de los elementos de mayor peso fue el incremento del deterioro de áreas en extremo vulnerables, en especial en la plataforma de la piscina.
De hecho, trascendió que esta plataforma fue la primera en ceder, aproximadamente entre siete y doce minutos con anterioridad al derrumbe principal acaecido a la 1:22 a.m. del 24 de junio de 2021. Al respecto Fadden señaló: «Hubo fallas por punzonamiento en la plataforma de la piscina, y esa plataforma luego aplicó cargas al edificio que colapsaron la estructura».
Con el objetivo de ofrecer una mayor claridad en la comprensión de la definición de punzonamiento, el directivo recurrió a un ejemplo práctico bastante sencillo: colocó encima de un bolígrafo una hoja de papel y ejerció fuerza sobre esta hasta que el bolígrafo la rompió. Asimismo, expresó: «El punzonamiento es esencialmente un mecanismo mediante el cual la plataforma baja y la columna perfora».
Como resultado, el equipo de WJE determinó que el detonante de la tragedia fue la ocurrencia de una falla en la parte oeste de la plataforma de la piscina, específicamente, en las columnas L-13.1 y K-13.1. Entonces Fadden explicó: «Ambas están en el área de la terraza de la piscina y tenemos fotografías de ambos problemas», haciendo franca alusión a una imagen de la columna L-13.1, captada en noviembre del año 2020, donde se observa cómo el agua penetra en la columna, una señal de las afectaciones relacionadas con el punzonamiento.
Incluso, hay fotografías tomadas tres semanas antes del colapso que recrean grandes fisuras en los maceteros situados al oeste del espacio sostenido por la columna L-13.1. Según lo expuesto por los especialistas, debajo de estos maceteros se hallaba el área aguantada por la columna K-13.1, que era la que soportaba el mayor peso de la plataforma de la piscina. A pesar de los avances obtenidos, todavía el NIST no ha descubierto el lugar exacto de la falla inicial y se presume que ello podría demorar uno o más años.
Durante el seminario en cuestión y en una entrevista ofrecida a NBC6, Gary Klein, vicepresidente ejecutivo de WJE, destacó que pudo comprobarse que, en el período comprendido entre abril de 2020 y junio de 2021, la losa de cimentación de la plataforma de la piscina se fue doblando, generando aberturas en las áreas de intersección de las columnas con la plataforma. En tal sentido manifestó: «La pérdida de estabilidad en la cubierta fue tan grande que, siete minutos más tarde, las torres situadas al norte y al este ya no pudieron soportar las cargas y fuerzas y se derrumbaron».
A raíz del lamentable incidente han sido varias las teorías formuladas en torno a su origen, las cuales abarcan desde la caída de un objeto pesado del techo hasta un accidente automovilístico en el área del estacionamiento. No obstante, la información aportada por WJE, cuyos miembros han efectuado una exhaustiva labor basada en los medios de prueba recopilados, pone de relieve que lo más probable es que el punzonamiento en las columnas de la plataforma de la piscina haya sido el motivo del desplome del edificio.
Fadden, además, hizo énfasis en la escasa ocurrencia de eventos como este, alegando: «Casi todos los edificios son extremadamente seguros. Nuestros factores de seguridad son sólidos. Nuestros diseños son robustos».
Lo cierto es que es que, desde el punto de vista legal, el desastre conllevó a la concertación de un acuerdo casi un año después entre los demandados y las víctimas, consistente en el desembolso de más de 1,100 millones de dólares por concepto de indemnización por daños y perjuicios a favor de las partes afectadas.