Fuentes del gobierno estadounidense han dado a conocer que la administración Biden está haciendo planes para anunciar uno de los programas de ayuda migratoria más grandes de la historia reciente, desarrollando una política que ofrecería estatus legal a cientos de miles de inmigrantes que viven en el país sin los documentos adecuados, recogió CBS News.
Según las declaraciones de funcionarios que pidieron anonimato para romper el silencio, un programa desarrollado por funcionarios de la Casa Blanca ofrecería permisos de trabajo y protección contra la deportación a inmigrantes no autorizados casados con ciudadanos estadounidenses, siempre que hayan vivido en Estados Unidos durante al menos 10 años.
«Parole in Place» se denomina la propuesta que abriría un camino hacia el estatus legal permanente y la ciudadanía estadounidense para algunos beneficiarios al eliminar un obstáculo en la ley estadounidense que impide a quienes ingresaron ilegalmente a los EEUU obtener tarjetas de residencia sin salir del territorio.
Asimismo, Biden y su gabinete buscan agilizar el proceso para que los llamados DREAMers y otros inmigrantes indocumentados soliciten exenciones que les facilitarían la obtención de visas temporales, como las visas H-1B para trabajadores altamente calificados, revelaron las fuentes.
Dichas medidas podrían ser anunciadas el martes, aunque la Casa Blanca no ha concluido el plan. No obstante, funcionarios del gobierno demócrata se preparan para organizar un evento el 18 de junio que celebrará el 12º aniversario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que protege de la deportación a aproximadamente 530.000 inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran menores de edad.
Los tres funcionarios del Congreso que prefirieron no revelar su identidad, explicaron al medio de prensa que algunos legisladores demócratas ya han sido invitados al evento sobre inmigración del martes en la Casa Blanca.
Sin embargo, un funcionario de la administración Biden declaró que no se habían tomado decisiones finales. Mientras, el portavoz de la Casa Blanca, Ángelo Fernández Hernández, llegó a precisar anteriormente que el mandatario y su gabinete están comprometidos «a tomar medidas para abordar nuestro fallido sistema de inmigración».
El denominado plan «Parole in Place» sería el mayor programa de inmigración para inmigrantes no autorizados desde DACA, una política que el expresidente Barack Obama anunció en 2012 como una medida «provisional» para proteger a los DREAMers a la luz de la inacción del Congreso en materia de inmigración.
Se espera que de materializarse la política beneficiaría a un subconjunto de los aproximadamente 1,1 millones de inmigrantes no autorizados con cónyuges ciudadanos estadounidenses, siempre que cumplan con el requisito de residencia y otras reglas. Cabe mencionar que citando estadísticas oficiales, en total hay aproximadamente 11 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos.
Expertos han señalado que la medida subraya la mayor disposición del presidente estadounidense a tomar acciones ejecutivas en materia de inmigración antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
La semana pasada, Biden invocó su autoridad ejecutiva para promulgar una prohibición parcial de las solicitudes de asilo en la frontera sur, una medida que ya ha sido impugnada en un tribunal federal por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
De igual modo, se espera que como la acción ejecutiva fronteriza, el programa «Parole in Place» deba enfrentar desafíos legales, posiblemente de estados liderados por republicanos, que han presentado múltiples demandas contra las políticas de inmigración del demócrata.
Es casi seguro que el programa generaría una oposición abierta de los legisladores republicanos, que han adoptado posturas cada vez más firmes contra la «amnistía» para quienes viven ilegalmente en Estados Unidos.
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