Exiliados cubanos continúan repudiando la colocación de una valla publicitaria que compara al dictador Fidel Castro con el expresidente y candidato a la presidencia norteamericana por segunda ocasión Donald J. Trump. Así mismo amenazaron con cerrar la avenida Palmetto si en menos de 24 horas no se retira el polémico cartel que fue puesto con la intensión de desacreditar la imagen del exmandatario estadounidense de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo en la cual se enfrenta al actual presidente demócrata Joe Biden.
El enorme cartel que se colocó a la altura de la avenida 67 por un comité de acción política (PAC) del partido demócrata se nombra Mad Dog Pac y lo fundó el exempleado de la Casa Blanca durante la administración de Bill Clinton, que se nombra Claude Taylor.
Un cubano conmovido por el insólito cartel luminoso expresó su descontento por constituir una ofensa al exilio cubano. «Más que una provocación es una indignación al exilio cubano porque es una falta de respeto del que la pagó como del que la vendió. No es primera vez que suceden estas cosas», explicó el exiliado.
Una mujer que dice ser ciudadana americana también declaró a Univisión su malestar por la colocación del cartel donde se relaciona a Trump con el dictador cubano fallecido que creó un sistema capaz de mantener en jaque a un pueblo entero. Así mismo calificó la acción como una burla a los cubanos libres que viven en Estados Unidos.
«Esto es una burla para el cubano que está aquí, para el ciudadano americano y para el que llegó con I-220A, es para todo el mundo. Todos los cubanos somos trumpistas en su gran mayoría», comentó la mujer. La mujer se identificó como Nayva Jarda Martínez ciudadana americana. » Si en 24 horas no quitan ese cartel yo me responsabilizo y vamos a cerrar el Palmetto. ¡O quitan el cartel o se cierra el Palmetto!, exclamó.
Otro cubano del exilio recordó que Fidel a quien calificó de HP estuvo gobernando durante 65 años a diferencia de Donald Trump que gobernó por cuatro años y cuando perdió en las elecciones salió de la presidencia. De igual forma señaló que nunca hundió ningún remolcador donde murieran personas ni cuenta con miles de fusilados como Fidel.
Marcelle Felipe quien es presidente de la Fundación «Inspira América» tildó esta acción de los demócratas como «un autogol». «Hay personas que no saben lo que están hablado y se ponen a tratar de hacerse pasar por inteligentes, motivadas por el odio irracional hacia el expresidente Trump», dijo el cubano quien añadió que ninguno de los ejecutivos de la organización política es cubanos.
Por su parte, el alcalde de Miami Lakes Manny Cid aclaró que la zona donde se colocó el insólito cartel es una zona no incorporada por lo que no se puede ordenar el retiro del mismo y explicó lo que se puede hacer al respecto. «Se puede llamar a la compañía, como mismo las personas tienen el derecho de expresarse en mandar cosas así, nosotros tenemos el mismo derecho de llamar a la compañía y decirle que no más», dijo el alcalde. Agrega que no solo el dueño de la compañía sino el propietario del terreno que autoriza a la compañía a poner el cartel.
La congresista republicana María Elvira Salazar también se pronunció en contra de la valla publicitaria del Palmetto. «Yo no se a quien se le ocurre poner esa valla. Eso te demuestra que estamos en democracia, porque si tú pusieras esa valla en medio de Marianao te metieran preso y estuvieras en Villa Marista», enfatizó la conocida cubanoamericana.
Haciendo una comparación de las dos figuras de la política internacional María recordó que «Fidel cerró las iglesias, asesinó a sus rivales políticos, se robó las propiedades de todos los cubanos y los extranjeros, odia a los EE.UU., ahí está la diferencia con Donald Trump», concluyó Salazar.
No es la primera vez que ocurre este tipo de situaciones que el exilio rechaza contundentemente ya que en otros estados el partido demócrata ha empleado esta estrategia.
Hace dos años atrás en esa misma autopista se colocó una valla publicitaria promoviendo las recargas hacia Cuba mediante el monopolio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (ETECSA). Gracias a la fuerte presión mediática de los exiliados por el mensaje que trasmitía la valla fue retirada de la vía pública.
En ese entonces el cartel fue pagado por Katapulk, propiedad del empresario cubanoamericano que defiende las relaciones entre Cuba y EE.UU y que de hecho tiene grandes inversiones que están relacionadas con el envío de autos lujosos a Cuba y envíos de alimentos.
