El Departamento de Policía de Miami-Dade capturó a un ciudadano cubano que el pasado 15 de julio causó la muerte de un joven ciclista de nacionalidad colombiana de 18 años de edad. Las autoridades estaban investigando a Alfredo García de 40 años quien al parecer atropelló al joven y se dio a la fuga para evadir responsabilidades.
En esa fecha el reporte que publicó Local 10 refería que Alfredo iba conduciendo un Jeep Wrangler cuando impactó con el chico colombiano, que después la policía identificó como Kevin Chaparro, en la calle 3200 de SW 127th Avenue en un área no incorporada de Tamiami.
El acusado junto a su abogado por voluntad propia compareció ante la policía del condado para declarar su versión de los hechos y admitir su culpabilidad. Por consiguiente, los oficiales después de escuchar su testimonio arrestaron al cubano que ahora enfrenta cargos de abandonar la escena de un accidente, causando muerte e intento de manipulación de evidencias.
Los registros del Centro Correccional Turner Guilford Knight mostraban ayer jueves que el antillano se encontraba detenido allí. El juez le fijó una fianza de 20.000 dólares y en caso de que logre pagarla tendrá que cumplir una orden de toque de queda nocturno, así como no podrá obtener ningún tipo de permiso para conducir ningún vehículo hasta tanto no concluya el proceso penal. García declaró ante su comparecencia ante el juez que llegó a los Estados Unidos hace siete años aproximadamente.
Por otro lado, la familia de Chaparro está en función de recaudar dinero para poder viajar a la nación norteña y repatriar el cuerpo del joven hacia el país sudamericano para que sus allegados le dieran el último adiós. Kevin llegó al estado de la Florida después de recibir una beca por el ciclismo en la Millennia Atlantic University .
Quienes estén involucrados en un accidente y abandone la escena para evadir la responsabilidad puede considerarse un delito grave según las leyes del estado del sol. Si a eso se le añade que hubo lesionado en el incidente la pena podría ser mayor ya que se le suma un delito por no prestar auxilio lo cual evidentemente podría empeorar su situación legal.
Esto quiere decir que el acusado pudiera verse en la obligación por mandamiento de la ley de sufragar una multa de 10.000 dólares en el menor de los casos y como pena máxima podría enfrentar una sanción de privación de libertad de 30 años, más la imposibilidad tener una licencia de conducción por al menos tres años desde que se dictó la sentencia.
