Las autoridades descubrieron una operación ilegal de peleas de gallos durante una redada en el condado de Granville, Carolina del Norte, que resultó en el arresto de una mujer y 14 hombres el sábado 27 de julio.
Durante el operativo se confiscaron diversos artículos, entre ellos armas, 46 vehículos, 14.000 dólares en efectivo y 174 aves. Univisión informó que entre las personas detenidas por las autoridades locales se encontraban varios cubanos.
El agente Robert Fountain causó revuelo entre los residentes del condado de Granville al revelar que un grupo de personas habían participado en peleas de gallos ilegales en Lawrence Road, pagando cada uno $50 por la actividad ilegal.
El viernes, los funcionarios recibieron información sobre la ilegalidad que estaba ocurriendo en ese condado, lo que llevó a un oficial encubierto a verificar la información. El allanamiento comenzó a las 13:00 horas del sábado.
Tan pronto como aparecieron los agentes, numerosos invitados intentaron escapar, dejando atrás pertenencias y coches.
Fountain informó que cuatro personas bajo custodia tienen órdenes de arresto pendientes emitidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), mientras que una quinta persona es buscada por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Organismos de seguridad se hicieron cargo de los 174 gallos decomisados para su bienestar. Fountain describió el evento como inquietante debido a la presencia de alcohol y marihuana. Además, se descubrieron armas en algunos vehículos junto con objetos peculiares como una calavera apoyada en la parrilla de un camión abandonado.
El Departamento del Alguacil del condado de Granville está buscando a los propietarios legítimos de 46 vehículos confiscados, muchos de los cuales sirven como medios de transporte para uso personal y profesional. La colección incluye una variedad de camionetas y automóviles de diferentes fabricantes, en particular un Lexus, así como varias camionetas con placas de otros estados, como las de Virginia.
El operativo provocó que muchos comerciantes perdieran sus vehículos, lo que se sumó a la carga de tener que explicar por qué estaban en una reunión ilegal para reclamar sus propiedades. Además de recuperar sus pertenencias, los propietarios ahora tienen que afrontar otras consecuencias legales por participar en peleas de gallos.
Actualmente, las autoridades están descubriendo jaulas que albergaban a los gallos antes de sus peleas, pero el alcance total de la investigación permanece confidencial para evitar obstaculizar el progreso. Se están realizando esfuerzos para identificar a todas las personas involucradas y hacerlas responsables ante la ley.