Florida y Texas continúan acogiendo a miles de estadounidenses que deciden mudarse de estado

Clearwater Beach Florida. Foto: Artiom Photo / Shutterstock.com

El flujo de miles de estadounidenses hacia Texas y Florida persiste a pesar de que ambos territorios reciben a menudo el impacto de diversos fenómenos meteorológicos como incendios forestales e inundaciones de gran magnitud, de acuerdo a la información ofrecida por CBS News, basada en un estudio reciente publicado por la plataforma inmobiliaria Redfin.

En el período comprendido entre julio de 2022 y julio de 2023 alrededor de 69,000 personas se establecieron en varios condados del Estado del Sol como Brevard, Manatee y Lee, adquiriendo inmuebles en los mismos a expensas de sufrir daños a causa de la ocurrencia de inundaciones. Texas también ha acogido a casi 24,000 personas que se han instalado en zonas proclives a este tipo de eventos como es el caso Brazoria y Fort Bend.


Dichos traslados se producen en medio de un contexto en el que miles de residentes de estos lugares han optado por abandonarlos con motivo de los peligros que albergan tras el incremento de la incidencia de tales catástrofes naturales, un elemento al que se suman las elevadas tarifas de seguros imperantes.

Al respecto Elijah de la Campa, economista principal de Redfin, señaló: «Los costos inflados de seguros y los desastres naturales cada vez más intensos están expulsando a millas de estadounidenses de áreas de alto riesgo, pero esas personas son rápidamente reemplazadas por otras para quienes el cambio climático no es la principal preocupación».

La decisión de desplazarse hacia Florida y Texas supone contemplar y crear las condiciones necesarias para enfrentar de la mejor manera posible las consecuencias derivadas de la generación de tormentas y huracanes. De hecho, hace poco se desarrolló el huracán Debby, el cuarto fenómeno nombrado de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, el cual alcanzó récords en las categorías 4 y 5 de la escala Saffir-Simpson y arremetió contra Steinhatchee, en Florida, provocando que 300,000 residentes se quedaran sin electricidad con anterioridad a su conversión en tormenta tropical.

Lo cierto es que estos eventos naturales repercuten de manera negativa en la seguridad de los inmuebles y lógicamente propician el alza de las tarifas de seguros que pagan los propietarios. En la etapa en cuestión, se produjo un aumento de un 15 y de un 36% en las tasas de seguros de viviendas en Florida y Texas respectivamente, en correspondencia con datos aportados por S&P Global. En declaraciones brindadas al equipo de CBS News, un individuo radicado en Orlando reveló que su póliza de seguro fijada en 1,500 dólares con carácter anual ascendió a 6,000 dólares en el presente año.

Rafael Corrales, agente inmobiliario de Redfin en Miami, acostumbra a advertir a los compradores potenciales sobre los desafíos latentes. En tal sentido expresó: «Si estás buscando comprar una casa en Florida, debes saber que no puedes estar cerca del agua sin estar en una zona de inundación. Si estás a menos de 5 kilómetros de la costa, la naturaleza te hará una visita. Ese es el precio de vivir en el paraíso».


En relación a Texas, el escenario es aún más complejo, pues sus residentes no solo tienen que lidiar con las inundaciones, sino también con los incendios forestales. El estudio efectuado por Redfin pone de relieve que el año pasado aproximadamente 63,365 personas optaron por mudarse a zonas calificadas como de alta amenaza de incendios forestales, una cantidad superior a la que determinó salir de las mismas. Específicamente, se registró un movimiento de 35,000 personas hacia condados como Grayson, Hunt, Midland, Parker y Wise.

Este tipo de desastres naturales ha tenido una nefasta repercusión en Texas. El año pasado se suscitaron en dicho estado 7,102 incendios, una cifra inferior únicamente a la reportada en California, donde se produjeron 7,364. Ello responde a la existencia de enormes extensiones de tierras vírgenes situadas cerca de áreas desarrolladas, un factor que indiscutiblemente influye en que el estado sea afectado por dichos eventos.

California, por su parte, ha experimentado la salida de muchos residentes que han decidido trasladarse a zonas más seguras desde el punto de vista climático. Alrededor de 17,357 residentes de este estado abandonaron condados con elevado riesgo de incendios como Lassen, Solano y Napa, lo que evidencia una variación en comparación con el 2022, así como un mayor grado de conciencia sobre los nocivos efectos de tales siniestros.

No obstante, el costo de vida continúa teniendo un peso significativo en la adopción de estas decisiones de reasentamiento. «Para muchos estadounidenses, cosas como el costo de vida y la proximidad a la familia tienen mayor prioridad que el riesgo de catástrofes, que puede parecer menos inmediato y más abstracto», destacó de la Campa.

Sin embargo, la elevación de los costos de los seguros de viviendas y la intensificación de los fenómenos naturales de gran impacto ha conllevado a muchas personas a evaluar de forma exhaustiva las ventajas e inconvenientes de permanecer en zonas de alto riesgo. Ambos factores han incidido de manera notable en las perspectivas de los residentes y han alcanzado una gran repercusión a nivel nacional.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *