Este jueves fue interceptada una rústica embarcación en aguas de Quintana Roo en la cual viajaban 31 migrantes cubanos, entre los cuales se hallaba un menor de edad, quienes pretendían arribar por vía marítima a territorio mexicano.
Dicha operación fue desarrollada por miembros de la Novena Región Naval tras ser alertados por un buque tanque extranjero de la presencia de los balseros a unos 222 kilómetros al norte de Isla Mujeres.
La mentada institución ordenó de inmediato el traslado hacia ese lugar de una patrulla costera y de otra interceptora, con marinos a bordo.
El personal naval halló la embarcación, que poseía un motor intra-borda, y procedió al recate de los antillanos que navegaban sin un rumbo fijo. El grupo lo conformaban 9 mujeres, 21 hombres y un menor de edad.
Hasta el momento no ha trascendido desde qué lugar de Cuba zarparon los migrantes, pero afortunadamente todos estaban bien de salud. Con posterioridad fueron llevados a Puerto Juárez, en Quintana Roo, donde los esperaban varios funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) a los efectos de realizar el procedimiento legal pertinente.
Lo cierto es que la crisis migratoria imperante en la isla no parece tener fin, al menos a corto plazo, pues la situación económica, política y social no deja de empeorar, agudizándose la violencia, la miseria y la opresión del régimen.
Precisamente, la semana pasada la Guardia Costera de Estados Unidos rescató a un migrante que viajaba a bordo de una bicicleta acuática cerca de la mayor de las Antillas. La tripulación del cúter Maple fue la protagonista de esta acción, logrando interceptar al individuo a unas seis millas del suroeste de Cay Sal, en el noroeste de Varadero, quien fue trasladado hacia las Bahamas al ser encontrado en aguas pertenecientes a esta nación.