Desde hace una semana atrás varias personalidades de la política de Florida, influencers, legisladores y periodistas de origen cubano han denunciado mediante las redes sociales la llegada a Estados Unidos del exdirigente cubano Manuel Menéndez Castellanos quien arribó el pasado 15 de agosto por el aeropuerto de Miami pretendiendo pasar inadvertido con mascarilla, gorra y en sillón de ruedas. Sin embargo, no hay evidencias hasta el momento de que las autoridades de la actual administración se manifiesten en ese sentido.
En el día de hoy dos senadores republicanos y tres congresistas, cuatro de ellos descendientes de cubanos enviaron una carta Alejandro Mayorkas y Antony Blinken, Secretario de Seguridad Nacional y Secretario de Estado respectivamente reclamando que se analice si se violó la legalidad de la entrada al país del exdirigente Manuel Menéndez Castellanos y en caso de existir irregularidades se aplique la ley a los responsables y al propio beneficiado.
Los firmantes de la misiva fueron María Elvira Salazar, Marco Rubio, Carlos Giménez Mario Díaz-Balart y Rick Scott, reconocidos por la comunidad cubana como fieles defensores de las causas de los exiliados y quienes luchan a capa y espada por la libertad de todos los cubanos.
El texto del documento señala que en este caso pudiera estarse quebrantando la norma INA 212 (a)(3)(D)(i) la cual refiere que: “Cualquier inmigrante que sea o haya sido miembro o esté afiliado al Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario (o subdivisión o filial de los mismos), ya sea nacional o extranjero, es inadmisible», algo que también está plasmado en el sitio web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU (USCIS por sus siglas en inglés).
Añaden los políticos del Estado del Sol que dentro del marco de las leyes de inmigración existentes y las regulaciones en la materia es necesario que se analice si se cumplieron los protocoles legales y en caso de que se infrinja alguna ley hay que esclarecer que se puede hacer para que este error no vuelva a repetirse y más represores sigan beneficiándose de programas estadounidenses.
«Dada esta prohibición en la ley de los EE. UU., parecería probable que un alto nivel y antiguo operativo del Partido Comunista Cubano y agente de esa brutal dictadura sería inadmisible para la entrada a los EE.UU», se explica en el escrito dirigido a Mayorkas y Blinken.
El periodista cubano Mario J. Pentón en su cuenta de X reciprocó la noticia donde expone el documento íntegro firmado por cada uno de los políticos.
Se subraya en la misiva que es una indignación para los cubanos dignos que una persona que dedicó tanto tiempo de su vida a avasallar al pueblo de la isla pueda después gestionar una visa e ingresar a los Estados Unidos a disfrutar de su jubilación en total libertad. Por estas razones, solicitamos que evalúen si la ley fue seguida en este caso y, de no ser así, qué acciones se tomarán para asegurar que no se permita la entrada a operativos del Partido Comunista Cubano de alto nivel que deberían ser inadmisibles de acuerdo con la ley», termina el documento.
Hoy mismo María Elvira en su cuenta de X reclamó al Secretario de Estado que se revocara la visa de Manuel Menéndez para que regrese a Cuba a pasar su retiro. «La libertad es para las víctimas del comunismo, no para los opresores. Pedí al @SecBlinken la cancelación inmediata de la visa de Manuel Menéndez Castellanos, ex Primer Secretario del PCC en Cienfuegos. Si es un comunista tan fiel, que pase su jubilación en Cuba no en EE.UU», dijo la congresista de Florida por el distrito 27.
Los cuestionamientos de muchas personas en su mayoría residentes en la Florida donde se encuentra la mayor parte de los exiliados del comunismo cubano también se basan en que Manuel tuvo que mentir a las autoridades estadounidenses sobre su pasado represor, argumento suficiente para revocar una visa.
En cambio, quedan miles de migrantes cubanos en un limbo migratorio sin poder regularizar su estatus en el país norteño y temiendo por su deportación a Cuba, porque fueron puestos en libertad condicional con formularios I-220A e I-220B. También existen otros cubanos que esperan ansiosamente durante varios años porque sus citas en la embajada se materialicen, otros miles van de país en país arriesgando sus vidas en manos de coyotes con el fin de huir de la dictadura y no pocos esperan hace meses una autorización para viajar mediante el programa de parole humanitario.
En ese sentido el abogado de inmigración Santiago Alpízar quien también es vicepresidente de Cubademanda y Cubapresión ID es partidario que los federales inicien una investigación al respecto y dejó claro que enviaron también una carta a Mayorkas con copia a la Casa Blanca exponiendo la inconformidad de los residentes del sur de Florida al respecto.
«También estamos enviándole copia a la Casa Blanca para que conozcan la manifiesta de inconformidad que hay aquí en el sur de Florida, especialmente en la comunidad cubana por admitir a un exmiembro del PCC, de la comisión de apoyo a Fidel Castro, donde sabemos todos que era un lugar donde se agenciaban espías para la inteligencia cubana», declaró Alpízar a América Tevé.
Por otro lado, el abogado de inmigración Willy Allen dijo al mismo sitio de noticias que: «Yo lo que quisiera es, número uno, que los congresistas averigüen qué pasó aquí, porque tiene que ser a nivel federal…que los senadores averigüen ¿Qué pasó aquí? ¿Qué pasó en esa entrevista?». Igualmente manifestó que habría que investigar qué fue lo que pusieron los familiares que llenaron la solicitud para la reunificación familiar, porque en ese documento existen varias preguntas que se deben responder entre ellas si la persona que va a emigrar tuvo algún vínculo con órganos represores de la dictadura cubana, entre otros.
Agregó que independientemente de que lleve fuera del cargo varios años ya, eso no quita todo el daño que provocó al pueblo cubano en las cuatro décadas que estuvo al frente del PCC en Cienfuegos y como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
En sintonía el Instituto Patmos con sede en la capital estadounidense criticó el incremento sostenido de personas simpatizantes del régimen cubano a tierras de libertad a diferencia de miles de cubanos que están presos en cárceles de la isla y no cuentan con un programa de refugiados que los respalde ante las arbitrariedades del comunismo, ya que en Estados Unidos lleva muchos años estancado.
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