De acuerdo a la información ofrecida el jueves pasado por la Fiscalía Estatal de Miami-Dade, varios cubanos residentes en Florida terminaron bajo arresto al parecer por estar involucrados en una organización criminal dedicada al robo, venta y compra de convertidores catalíticos de automóviles, la cual logró ser desarticulada por la policía como resultado de una ingente labor investigativa que se llevó a cabo durante más de un año.
En una conferencia de prensa, la fiscal estatal Katherine Fernández-Rundle, reveló que a 13 sujetos se les impusieron numerosos cargos vinculados al robo y receptación de catalizadores de carros. De esa cifra, 11 fueron detenidos y 2 están huyendo de las autoridades.
Al respecto, la funcionaria expresó: «A lo largo y ancho del país y de nuestra comunidad hay una epidemia de robo de convertidores catalíticos, y la razón es muy simple: es dinero fácil».
Hasta el momento no se ha dado a conocer la nacionalidad de los individuos, pero el equipo de CiberCuba corroboró que al menos cinco son cubanos.
En virtud de la investigación desarrollada, que comenzó en mayo de 2023, se pudo determinar que Gerardo Julio Hernández Rosada, dueño de la compañía GMCN Scrap Metals Inc., localizada en Medley, y sus trabajadores, adquirían catalizadores robados, una conducta tipificada como delito en las leyes de Florida.
Además, se descubrió que, en apenas un año, la empresa generó 53 millones de dólares y de ese total unos 30 millones se erigieron como ganancias ilícitas.
Actualmente Hernández Rosada se encuentra en prisión y está siendo acusado de múltiples cargos que incluyen extorsión, conspiración para cometer extorsión, 35 cargos de tráfico de propiedad robada, 27 cargos de compras de metales, 25 cargos de robo de catalizadores y 40 cargos por violación de método de pago, según lo expuesto por la fiscalía.
También se hallan recluidos en una cárcel cuatro empleados de la mentada compañía, quienes han sido identificados como Christian Hernández, Martin Ariel Chávez Moreno, Alejandro Manuel Perera Rodríguez y Mario Mella Vaillant León, los tres últimos de nacionalidad cubana. Estos hombres enfrentan igualmente un conjunto de cargos como tráfico de propiedad robada y extorsión.
Además, están presos otros seis individuos nombrados Davislay González Machuat, Gabriel Gil, ambos cubanos, William Zayas Castilla, José Carlos Ancizar, Pedro Pablo Vera y Adrián Pérez, por cometer varios delitos, entre estos robo de piezas de vehículos.
No obstante, las autoridades están inmersas en la búsqueda de dos hombres que permanecen en calidad de prófugos y que han sido identificados como Dayron Gómez Gaztelu y José Ángel Colón.
Los agentes policiales lograron detectar la existencia de dicha red criminal a raíz del arresto de dos personas en Coconut Creek, en el condado de Broward, en mayo del año anterior, quienes confesaron que habían robado catalizadores de un hotel, en correspondencia con lo señalado por las autoridades. Dichos sujetos explicaron a los detectives el modus operandi de este negocio de carácter ilegal.
De conformidad con sus declaraciones, los ladrones o cutters (cortadores) sustraían los convertidores y se los vendían a GMCN Scrap Metals Inc., en el horario comprendido entre las 5:00 y las 9:00 a.m. La suma de dinero que percibían dependía de la marca de los catalíticos, oscilando entre los 200 y los 300 dólares si eran de Toyota y hasta 700 dólares si se trataba de uno de Mitsubishi, destacó Fernández-Rundle.
En la citada rueda de prensa, la funcionaria alegó: «El convertidor catalítico contiene metales preciosos como platino, paladio y rodio, que son muy valiosos. Solo la onza de platino se puede vender en casi 1,000 dólares y la onza de rodio alcanza los 4,750 dólares. Para que tengan una idea, el oro se vende por unos 2,500 dólares la onza».
La policía mantuvo bajo estricta vigilancia las operaciones efectuadas por la empresa en cuestión tras los datos aportados por los detenidos en el 2023.
Al respecto, la fiscal estatal comentó: «A veces había una fila de vehículos esperando fuera del almacén para vender los catalizadores». La compañía ubicaba las piezas en contenedores y las enviaba a otros estados.
Precisamente el año pasado se efectuaron 23,000 reclamaciones por robo de convertidores ante empresas de seguros, lo que significó un incremento del 750% en relación a los cuatro años anteriores, a tenor de lo revelado por la fiscal del estado.
Las víctimas de estos robos tienen que pagar entre 1,000 y 3,000 dólares para conseguir un nuevo catalizador y en muchas ocasiones esperar varios meses para lograr su reemplazo.