Desde que la administración del presidente Joe Biden dio luz verde para que el Departamento del Tesoro aprobara la exportación de autos a Cuba en el primer trimestre de 2023, las cifras de vehículos han ido en aumento. En concepto de medios de transporte nuevos y usados, así como piezas de repuesto y motos eléctricas solo Cuba en lo que va de año gastó 36 millones de dólares, según el Consejo Económico y Comercial EE.UU-Cuba (USCTEC por sus siglas en inglés).
En los primeros siete meses del 2024 de acuerdo con los datos de USCTEC los mayores valores se centraron en los autos usados con 34.587.077 dólares, coincidiendo como uno de los incrementos más trascendentales con respecto al año 2023, según el presidente del consejo, John S. Kavulich.
El año 2023 la importación de vehículos desde Estados Unidos a Cuba totalizó 9.824.627, sin embargo, esa cifra ya es historia pues este año la tendencia va en aumento y ya se rebasó ese umbral. Para que se tenga una idea solo en el mes de julio del 2024 la isla invirtió 3.705.643 millones de dólares en estas compras. Así mismo es muy probable que los números continúan incrementándose debido a nuevas medidas que anuncio el régimen cubano en ese sentido.
La semana pasada Eduardo Rodríguez Dávila, titular del Ministerio de Transporte de Cuba anunció algunos cambios en la venta de autos en Cuba debido a la crisis del transporte generalizada que tiene el país. Durante su comparecencia en el programa oficialista Mesa Redonda el dirigente ofreció detalles sobre la rebaja de precios de los autos importados y reconoció ante las cámaras que el estado vende los automóviles a más del 500% de su valor.
En ese espacio televisivo el ministro dio un ejemplo de cómo funcionarían estas medidas como el caso de que un auto que actualmente se vende entre 55.000 y 60.000 dólares en las instalaciones estatales podría llegar a costar 15.900 dólares. Los precios de los vehículos que se importan a Cuba están sujetos a varios factores como el precio inicial que tiene el vehículo, las tarifas de importación que exige el gobierno cubano, los aranceles por concepto de aduanas y los márgenes comerciales.
Sin embargo, las importaciones de alimentos desde Estados Unidos a Cuba van en decadencia y en julio del presente año disminuyeron un 2.6% con 31.457.528 millones de dólares en comparación con igual período del año anterior que llegaron a 32.313.837 millones de dólares. Uno de los factores que puede estar incidiendo de forma considerable en este aspecto es el tope de precios anunciado por el régimen cubano para los negocios privados en la isla en productos de gran demanda de la población como el pollo, aceite, la pasta alimenticia, el detergente, salchichas y la leche en polvo.
Para fijar los precios se tomaron en cuenta los costos de adquisición, la comercialización y la ganancia de los comerciantes sobre estas ventas que incluyen un margen entre un 30% sobre los costos y gastos pero que no excedan el límite que definió el estado en la resolución. Quienes sufrirán mayor impacto de estas medidas son la Mipymes que son las que importan estos productos porque el estado en sus tiendas muy pocas veces tiene disponibilidad.
Entre los 222 mercados que tiene Estados Unidos para exportar sus productos agrícolas la nación caribeña ocupa el puesto 50, lo cual refleja la importancia del intercambio económico de ambos países independientemente de las tensiones políticas y el argumento del bloqueo del cual la dictadura cubana se afianza para atacar a EE.UU.
