La ola de violencia que sucumbe a los barrios de La Habana y gran parte del territorio nacional cada día se expande más sin que las autoridades pongan freno a los delincuentes. Desde hace varios años se viene reportando en diferentes plataformas digitales y por las redes sociales diferentes varios hechos de pasajeros que arriban al Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana y posteriormente son víctimas de bandas de delincuentes encapuchados que los despojan de sus pertenencias.
Los atracos se realizan por varios grupos de delincuentes que emplean mayormente armas rudimentarias como palos, tubos y en no pocas ocasiones armas blancas para amedrentar a las personas. Como modus operandi prefieren salir de noche teniendo en cuenta la poca visibilidad de los barrios aledaños al aeródromo capitalino y el mal estado de las vías aledañas que obligan a los conductores a disminuir la velocidad de los vehículos, momento en el cual se aprovechan los individuos inescrupulosos.
Recientemente ocurrió un hecho de esta índole en el que una señora perdió sus pertenencias que incluía el pasaporte americano. Celeste de 76 años de edad ofreció declaraciones al sitio 14ymedio en el cual denunció la desagradable experiencia que puso en peligro su vida. Según la señora mayor el vehículo en el que ella viajaba tuvo que aminorar la velocidad por la cantidad de baches que tenía la calle por donde se desplazaba.
En un momento determinado el auto se vio rodeado de varios hombres armados con palos y tubos que amenazaron con agredirlos brutalmente. Los bandidos se llevaron todas las pertenencias de Celeste, pero “lo que más me dolió fue perder mi pasaporte americano”, dijo la mujer que perdió su vuelo de regreso a Estados Unidos y ahora tiene que dirigirse a la embajada estadounidense en el Vedado capitalino para poder regresar al Estado del Sol.
Un caso similar fue el de una mujer que también tuvo que acudir a la embajada de EE.UU para tramitar sus documentos una vez que le robaron a ella y sus hermanas. “A mí me robaron en la carretera cerca de Jatibonico. Estaba con mis hermanas y paramos a comer en una paladar. Nada más bajarnos del carro salieron dos hombres de un matorral y, a punta de cuchillos, nos llevaron hasta los aretes. Perdí mi green card [tarjeta de residencia permanente en EEUU] y las ganas de volver a este país. Aquí no regreso más”.
Lo más triste es que este caso no es para nada una la única vez que sucede, hace un tiempo para acá los hechos de este tipo se han incrementado notablemente debido a varios factores entre ellos, la pérdida de valores de algunas personas que no respetan el trabajo y el sacrificio ajeno, la inacción de los cuerpos del orden para mantener la seguridad ciudadana en los barrios y el poco turismo que llega a la isla, así como la escases de recursos que afectan a la mayor parte de la sociedad.
Estas zonas aledañas al aeropuerto capitalino son archiconocidas por ser escenarios de estos incidentes y cada día se convierten en barrios con mayor inseguridad para los transeúntes y visitantes de otras naciones como EE.UU. Tal es así que una empleada de la embajada estadounidense en Cuba afirmó que en los últimos meses se ha visto un incremento de personas asistiendo a la oficina para gestionar sus documentos después de ser víctimas de atracos y asaltos en esta zona del municipio Boyeros.
Las redes sociales son una tribuna para denunciar hechos de este tipo que se suscitan en varias provincias del país. Dainier González quien está en un grupo de Facebook sobre accidentes de tránsito y es chofer profesional comentó en una ocasión cómo unos ladrones lograron abrir el maletero de un vehículo mientras este transitaba por una calle bien destruida del municipio de San Miguel del Padrón. Otros usuarios refirieron que los alrededores del aeropuerto de Ciego de Ávila también se prestaban para estas actividades delictivas.
Pero para nadie es un secreto que el foco del problema está justo en las inmediaciones de la Terminal 3 del aeropuerto de La Habana donde los viajeros que tienen que trasladarse a las hacia el resto del país deben hacerlo mediante la autopista nacional. Pero para ello deben atravesar una serie de barrios casi a oscuras y con el estado de las calles crítico lo que presiona a los conductores a bajar la velocidad.
Este es el momento en que los bandoleros se disponen a detener los vehículos y amenazar a los pasajeros con agredirlos físicamente para despojarlos de sus bienes y maletas que traen desde el exterior. En no pocos casos se han dado situaciones que las personas han resultado heridas en estos atracos.
Muchos internautas han denunciado además de los hechos como tal, como las autoridades cubanas no han movido un dedo para tratar de que estas escenas que perturban tanto al cubano como al extranjero no se produzcan más. El modus operandi en muchas ocasiones se conocen, así como los puntos más críticos donde se producen los asaltos y nada parece cambiar, los delincuentes siguen enriqueciéndose a costa de los demás y la policía no parece tener ninguna intensión en tomar cartas en el asunto, lo cual se manifiesta en más inseguridad en las calles cubanas.