La administración del presidente Joe Biden ha tomado cartas en el asunto en cuanto a la recuperación de los damnificados por las afectaciones del huracán Helene. En el día de ayer la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) reveló que ya se aprobó la ayuda federal para el estado de Florida que permite contribuir con la recuperación de las zonas dañadas por el evento meteorológico.
En una publicación que realizó la propia agencia federal resaltó que la declaración no solo está aprobada para el Estado del Sol sino también para Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Georgia que también sufrieron grandes estragos por el paso del poderoso huracán que dejó hasta el momento 107 fallecidos a su paso en todo el país con mayor cantidad en Carolina del Norte donde fallecieron 36 personas específicamente en el condado de Buncombe.
El propio mandatario estadounidense en su cuenta de X aseguró que viajaría a las zonas más afectadas con el fin de evaluar los daños, pero sería en un momento en el que no se dificulten las acciones de recuperación por parte de las agencias encargadas en los distintos estados.
La aprobación de este presupuesto por el jefe de la Casa Blanca contribuye a que los fondos del gobierno lleguen a los condados de Florida que más destrozos dejó Helene, tales como Dixie, Franklin, Pinellas, Sarasota, Taylor, Wakulla, Charlotte, Citrus, Hernando, Hillsborough, Jefferson, Lafayette, Lee, Levy, Madison, Manatee y Pasco.
La ayuda consiste entre otras cosas en facilitar préstamos asequibles a personas que no tenían aseguradas algunas propiedades, subsidios para la reparación de viviendas temporales, así como otras formas de ayuda a emprendedores y negociantes que sufrieron afectación. De igual forma se aprobaron fondos para los gobiernos locales y estatales que sean elegidos, así como organizaciones sin fines de lucro.
El gobierno demócrata también aprobó fondos para la puesta en práctica de medidas de mitigación de riesgos en toda la Florida. Quienes tengan la necesidad de recibir la ayuda pueden remitirse al correo www.disasterassistance.gov, utilizando la aplicación FEMA o contactando al número 1-800-621-3362, los que tengan el servicio de retransmisión es necesario que faciliten el número a FEMA.
El huracán Helene tocó tierra en la zona del Big Bend de Florida conocida por recibir gran número de estos eventos climáticos dejando grandes escenas desastrosas en su trayectoria y casi un centenar de muertos registrados hasta el momento. En las imágenes que circulan en las redes sociales se puede observar localidades sucumbidas en escombros, árboles caídos, autos desplazados hasta la orilla del mar.
Si bien las estructuras de madera fueron las más afectadas otras de concreto también sufrieron algunos daños en sus ventanales ya que estas salieron volando por la fuerza de los vientos huracanados como es el caso de un condominio de Steinhatchee en el condado de Taylor. En esta ciudad los residentes están preocupados por las escenas devastadoras ya que todavía no se habían recuperado de una similar hace año y medio atrás cuando sistemas parecidos generaron estragos iguales.
Autoridades de la ciudad la declararon como insegura debido a la cantidad de escombros sumergidos dentro del agua acumulada a varios días del paso de Helene. Varios especialistas consideran que todas esas viviendas o negocios que quedaron en el piso completamente tardarán en construirse nuevamente por lo menos medio año, lo que evidencia que hay un trabajo bien fuerte por comenzar.
Independientemente de las críticas condiciones en que se encuentra la urbe las muestras de solidaridad y humanismo de sus residentes han puesto en evidencia que no todo está perdido. Se estructuraron alternativas para hacer llegar de forma gratuita alimentos, bebidas, así como ropas y otros suministros a las personas que no cuentan con sus pertenencias y otras que todavía no cuentan con fluido eléctrico.
Muchas personas se han reportado como desaparecidas en todo el país, al menos 600 aunque ese número puede variar atendiendo a que el sistema de telecomunicaciones fue seriamente afectado y muchas familias no han podido comunicarse, por lo que se prevé que muchas de ellas estén aún con vida. Los servicios públicos sufrieron mucho daño también en sentido general, el fluido eléctrico dejó de funcionar por los fuertes vientos y las lluvias y más de 2.1 millones de personas se encuentran en la oscuridad principalmente en las Carolinas, Florida y Virginia.
A medida que Helene se va adentrando aún más en EE.UU y va perdiendo fuerza como ciclón postropical los gobiernos estatales y locales refuerzan las medidas para lograr en el menor tiempo posible brindar ayuda a los damnificados, aunque la tarea será bastante ardua. EL Centro Nacional de Huracanes (NHC) pronostica que en el día de hoy Helene se disipe, pero advirtió que la amplia zona de lluvias torrenciales puede afectar a Ohio, Tennessee y extenderse hasta Los Apalaches donde la situación es posible que sea mucho más peligrosas.