El vuelo IB6621 operado por Iberia, en ruta Madrid-La Habana, tuvo que aterrizar de emergencia debido a un probable fallo en el motor.
El suceso tuvo lugar luego de que el Airbus A330-202, con matrícula EC-MOU, hubiera volado durante aproximadamente una hora y cuarenta minutos, alcanzando una altitud de 28.000 pies mientras viajaba a una velocidad de crucero de 444 nudos.
Los mensajes de un viajero indican que el vuelo, que transportaba a su hermano, llegó exitosamente a Madrid tras el cambio de ruta.
El capitán informó periódicamente a los pasajeros durante todo el viaje. El personal permaneció sentado y el vuelo de regreso transcurrió de manera estable, con ligeras turbulencias que se consideraron habituales. Las evaluaciones iniciales sugieren que el problema con la aeronave estaba relacionado con el motor.
FlightRadar24 verificó el regreso del avión poco después de pasar por la costa portuguesa. Los pasajeros aterrizaron sin problemas y no hay informes de heridos.
Este suceso pone de relieve la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación, que permitieron una rápida reacción ante el evento.