Publican un nuevo informe de inteligencia de Estados Unidos en el que apuntan que un «adversario extranjero» podría haber causado el «Síndrome de La Habana», que desde 2016 afectó la salud de las misiones diplomáticas estadounidense y canadiense en el país comunista, recogió El Nuevo Herald.
No obstante, la investigación publicada ayer viernes 10 de enero, indicó que las pruebas son insuficientes hasta el momento para «establecer una conexión sólida».
Al tiempo que refleja la opinión dividida de la comunidad de inteligencia estadounidense, dado que unas cinco agencias consideran esta hipótesis poco probable en contraposición con otras dos que afirman que actores extranjeros han desarrollado tecnología avanzada capaz de causar estos síntomas en los funcionarios.
Sin embargo, más allá de los puntos de vista encontrados, las pruebas que se tienen todavía no logran identificar un incidente en particular o un responsable.
Las investigaciones lo que intentan es entender los incidentes de salud anómalos reportados, pero dejan abierta la posibilidad de implicaciones extranjeras, detalló un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional (NSC).
En conclusión, todos los informes han admitido que no existen evidencias que establezcan puntos de contacto entre un gobierno con eventos en concreto, ni tan siquiera con los que se dieron en las sedes diplomáticas de La Habana.
Mientras tanto, otras investigaciones independientes por parte The Insider, 60 Minutes y Der Spiegel han hablado sobre una posible implicación de la inteligencia militar de Moscú.
Por su parte, la CIA y la Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI por sus siglas en inglés) han desestimado dichos informes.
Hay que recordar que los primeros reportes de funcionarios afectados por el «Síndrome de La Habana» aparecieron en 2016, y en 2017 bajo la administración de Donald Trump, EEUU cerró parcialmente su Embajada en Cuba. Al día de hoy estos hechos todavía no se han esclarecido del todo, y múltiples agencias continúan investigando el origen de lo que en un principio se denominó como «ataques acústicos».