
El USS Gravely, un destructor de misiles guiados de Estados Unidos, ha sido enviado al Golfo de América, lo que ha provocado respuestas del gobierno cubano.
El 15 de marzo de 2025, el USS Gravely, un buque de la clase Arleigh Burke, zarpó de la Estación Naval de Yorktown en Virginia para reforzar la seguridad en las fronteras y luchar contra el tráfico de drogas en la zona.
Este barco dispone de sofisticados sistemas de armamento, como los misiles Tomahawk, y alberga un grupo de la Guardia Costera de Estados Unidos entrenado en actividades de intercepción en el mar. Su objetivo primordial es asistir en la captura de envíos de drogas que buscan entrar al país a través del océano, de acuerdo con lo comunicado por el Pentágono.
Frente a la proximidad de este buque de combate en sus aguas, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, manifestó su rechazo a las acciones militares de Estados Unidos, afirmando que constituyen un riesgo para la estabilidad de la región. Además, subrayó que “la presencia militar en esta área pone en peligro la seguridad y la paz de América Latina y el Caribe”.
La mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, comunicó que Estados Unidos había avisado con antelación acerca del envío del USS Gravely. Además, subrayó que la nave se encuentra en aguas internacionales, sin constituir un peligro para México.