Hace unas semanas atrás se viralizó un video en las redes sociales que mostraba a un joven emprendedor cubano pedir ayuda para echar adelante su negocio de pizzas en Las Vegas. El testimonio conmovió a muchos compatriotas que hoy día extendieron su mano acudiendo al negocio para que prospere.
Estuvo a un paso de poner fin a su emprendimiento debido a la escasez de clientes; ni siquiera la comunidad cubana del lugar mostró interés en su oferta culinaria, a pesar de que su menú destacaba por su calidad y delicioso sabor. El establecimiento se encontraba desierto, y las esperanzas de este empresario parecían desmoronarse.
El influencer cubano Un Martí To Durako compartió en su cuenta de Instagram el video que publicó su colega Dairon Cano en el que al joven llorando aclama por salvar su negocio. «Estoy teniendo poco apoyo, hasta ahora uno ha luchado mucho desde que abrimos esto, no hemos parado. Nos quedamos aquí hasta las 2:00 am y 3:00 am todos los días y abrimos a las 7:00 am para empezar la preparación, pero desgraciadamente no hemos tenido mucho apoyo», lamentó el cubano quien temía por cerrar su negocio.
Sin embargo, la situación dio un giro sorpresivo. La circulación de su relato a través de medios digitales resonó entre los cubanos de Las Vegas y otras partes, provocando una rápida ola de apoyo. La petición fue evidente: respaldar a los nuestros.
Un reciente clip que se ha difundido en las redes presenta imágenes radicalmente diferentes: la pizzería abarrotada, con cada mesa ocupada y una larga cola de personas, en su mayoría cubanas, aguardando su atención. Lo que en el pasado era un lugar tranquilo y desolado, ahora es un bullicioso centro de actividad y rica cultura cubana.
@landy_investment No te rindas siempre los tuyos responderán cuando más falta te hace
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Este relato es un claro ejemplo de lo que se puede conseguir cuando los cubanos se ayudan entre ellos, incluso fuera de las limitaciones de su nación. La solidaridad, la comprensión y el apoyo recíproco fueron clave, convirtiendo una circunstancia crítica en una muestra de fortaleza y unidad.
En este momento, el horno permanece caliente, las pizzas continúan saliendo y la ilusión de este joven cubano se mantiene más intensa que nunca.