Todos tenían la mirada puesta sobre Bill Richardson, el ex gobernador de Nuevo México para ver si negociaba con éxito la salida de Alan Gross de las cárceles cubanas pero su gestión se llevo el primer revés. El gobierno de Cuba nego a Richardson la posibilidad de visitar a Alan Gross. El ex gobernador aseguro que no se iría de Cuba hasta que lo dejaran ver al prisionero estadounidense Alan Gross.
La reunión había solicitada por Alan Gross y fue rechazada por las autoridades cubanas. El gobierno de Estados Unidos dijo que la presencia de Richardson en Cuba no era una visita oficial pero que aplaudían el esfuerzo personal para liberar a Alan Gross. Alan Gross está preso en Cuba por distribuir equipos satelitales entre la comunidad judía en Cuba.
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