La canciller argentina, Susana Malcorra y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, anunciaron el Global Entry, el cual es un programa de la autoridad estadounidense de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), que permite a los ciudadanos argentinos agilizar el proceso de admisión migratoria, a viajeros preaprobados y de bajo riesgo, a su llegada a los Estados Unidos.
Con un costo de 100 dólares y una duración de cinco años, el beneficio apunta especialmente a los viajeros internacionales frecuentes, pero no hay un número mínimo de viajes necesarios para calificar.
Quienes obtengan el beneficio podrán ingresar a los Estados Unidos mediante máquinas automáticas ubicadas en aeropuertos seleccionados, entre los cuales se encuentran aquellos donde existen vuelos directos desde Argentina a Miami, Nueva York, Houston y Dallas.
Argentina es el tercer país de América Latina en participar de Global Entry, después de México y Panamá, y también está vigente para ciudadanos británicos, alemanes, holandeses y surcoreanos.
Sin embargo, el cambio de sistema no implica que los argentinos dejen de necesitar visa para ingresar a los EEUU, este requisito todavía será obligatorio para viajar.