El decreto del inquilino de la Casa Blanca, referente al veto inmigratorio para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana ha sido, una de las medidas tomadas por Trump, más controvertidas y que más rechazo ha propiciado.
Una de las más últimas protestas, tuvo lugar ayer, cuando aproximadamente 1.000 bodegas y tiendas de empresarios musulmanes, no abrieran de 12:00 a 8:00 pm, para expresarse de esa manera, contra el decreto del presidente de Estados Unidos, que prohíbe la entrada al país de los ciudadanos procedentes de países de mayoría musulmana.
La convocatoria expresaba: «El cierre de las tiendas de comestibles y bodegas será una muestra pública del rol vital que estos tenderos y sus familias juegan en materia económica y social en Nueva York».
La orden ejecutiva ha sido, parcialmente, impugnada. La Unión de Libertades Civiles pudo obtener que un tribunal federal en Nueva York, dictamine que refugiados y diferentes personas que han sido afectadas por la medida, pero que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados.
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