Hace unos días se supo que una conductora de UBER que no habla inglés fue multada por la ciudad creando un gran revuelo porque presuntamente el hecho de que no hablaba inglés fue la causa del problema.
Lo que no dijo la conductora de origen cubano es que lanzo una ola de insultos racistas contra una empleada del aeropuerto que le había pedido mover su auto.
La alcaldía del condado Miami-Dade iba a perdonar la multa, pero al ver el vídeo de lo sucedido determino mantenerle la sanción.
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