(EFE). El secretario general del único sindicato legal de Cuba, la Central de Trabajadores (CTC), Ulises Guilarte, reconoció que los salarios en la isla son «insuficientes» para cubrir las necesidades del trabajador, lo que provoca «apatía», «desinterés» y una «importante migración laboral».
«Sobre el salario hay un debate a escala de la sociedad muy polémico y con un reconocimiento mayoritario de que los ingresos percibidos son insuficientes para satisfacer las necesidades de los trabajadores, con lo cual el movimiento sindical coincide», indicó Guilarte en una entrevista con el diario estatal Granma.
Según datos oficiales, el salario medio mensual en Cuba en 2016 fue de 740 pesos cubanos (CUP), equivalentes a 29,6 dólares, aunque la cifra aumenta en sectores como el azucarero, el mejor pagado con 1.246 CUP (49,8 dólares), y cae en los de administración pública, defensa y seguridad social, con 510 CUP (20,4 dólares).
«Están presentes también impagos a trabajadores e instituciones administrativas que violan los periodos de pago. O sea, hay un conjunto de problemáticas vinculadas al tema del salario, pero nosotros siempre hemos sido defensores de que se pague lo que tenga justamente un respaldo productivo», señaló el líder sindical.
Guilarte, también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), apuntó que se han producido avances en ese sentido ya que, frente a las 802 empresas estatales que en 2009 pagaban a sus trabajadores «sin respaldo productivo» (con pérdidas), en el primer semestre del año fueron 67 las empresas en números rojos.
Los salarios casi se han duplicado desde 2007, cuando se situaba en 408 CUP (16,3 dólares), hasta la actualidad, pero todavía están muy lejos de satisfacer las necesidades de los cubanos, ya que los precios de productos básicos son altos al tener que importar la isla el 80 % de los alimentos que requiere.
El aumento de visitantes extranjeros y el crecimiento del sector privado -donde se perciben ingresos mucho más altos que en las empresas estatales- ha provocado en los últimos años un alza de los precios en tiendas, cafeterías y restaurantes, que se siente sobre todo en el bolsillo del cubano medio.
En 2011, el presidente cubano, Raúl Castro, aprobó la creación de nuevas categorías de trabajo por cuenta propia (llamado en Cuba cuentapropismo) como una de las medidas clave para compensar la progresiva reducción de 500.000 puestos de trabajo del sector estatal.
La sanidad y la educación son de acceso universal y gratuito en Cuba, y sus ciudadanos reciben algunos alimentos básicos del Estado mediante la «libreta de abastecimiento».
Pero esa cartilla, que hace décadas llegó a cubrir gran parte de las necesidades de la población -incluso la ropa interior, los zapatos y los juguetes infantiles-, ha ido reduciendo la cantidad y tipo de productos subsidiados.