El presidente estadounidense, Donald Trump cree que La Habana es responsable de los ataques acústicos, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca John Francis Kelly afirma que Cuba pudo haber detenido dichos ataques.
Sin embargo, el Departamento de Estado “no ha cambiado su opinión» sobre los ataques sónicos perpetrados a una veintena de diplomáticos estadounidenses en la Isla, y asegura que mantiene su posición de no acusar directamente al gobierno cubano, no obstante piensa que es difícil que el régimen no sepa nada acerca de los sucesos.
Washington “no ha cambiado” de opinión en cuanto a la responsabilidad por los ataques contra diplomáticos de EE.UU. en Cuba, aseguró el martes la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
“La Administración no ha cambiado su punto de vista en eso. La investigación sigue en curso”, aclaró Nauert sobre la posición de Washington, que no culpa directamente al gobierno en Cuba de los ataques sufridos por 22 funcionarios estadounidenses, y que han desatado una crisis diplomática entre ambos países.
La portavoz declaró que “para cualquier persona que conozca algo sobre el gobierno cubano y el pasado del gobierno cubano, es difícil imaginar que no se conozcan ciertas cosas que están teniendo lugar allí mismo en esa isla”.
Nauert aseguró en conferencia de prensa de la cancillería que lo que Trump quiso decir es que Cuba es responsable de proteger al personal diplomático extranjero bajo la Convención de Viena, algo que ya Washington había dicho, pero no que La Habana esté directamente involucrada en los hechos.
(Con información de Martí Noticias)