Chris Allen, turista de Carolina del Sur había interrumpido su viaje a Cuba dos años antes cuando sufrió una brusca pérdida de sensibilidad de sus cuatro extremidades minutos después de arribar al hotel Capri.
Allen se sumó a una lista creciente de estadounidenses que temen haber sido víctimas de los mismos ataques acústicos en Cuba.
A falta de respuestas sobre el arma, el autor y el motivo, Estados Unidos y Cuba no han podido impedir que los ataques generen una crisis incontrolable. Ante las advertencias del gobierno, hay señales de que los estudiantes en vacaciones de Pascuas, los amantes del turismo de aventura y los jubilados están pensando en cancelar sus viajes a la isla.
El gobierno de Estados Unidos hasta el momento no ha ofrecido detalles sobre quien está detrás de los ataques (Aunque Trump dijo que Cuba es responsable) y que arma o equipo fue utilizado para el mismo.
Existen testimonios de uno de los médicos que fue enviado a La Habana que fue a tratar a los diplomáticos que también resultó afectado por el extraño ataque acústico.
El gobierno de Cuba niega cualquier participación en los ataques y ha acusado a Estados Unidos de ofrecer ninguna prueba sobre lo sucedido.