“Veo a mil años todavía que en Cuba se implemente una tienda web online como Amazon o Ebay, creo que falta mucho para eso. Tampoco creo posible que exista ni infraestructura ni capacidad para el abastecimiento, mucho menos para hacer entregas a domicilios. Si las tiendas normales funcionan mal imagínate una tienda online donde te lleven la compra hasta la casa. Eso no creo que se pueda lograr por un buen tiempo en la Isla y si lo implementan de seguro funciona muy mal y con atrasos como es el caso de la tienda Web de Carlos III. Aquí en mi unidad a veces no tenemos ni en qué mover algunas de las mercancías para otras sucursales (…). Muchas veces tenemos que ‘alquilar’ un camión estatal y pagarle con nuestro dinero al chofer para hacerlo. ¿Entonces cómo crees que se pueda lograr un sistema de entregas a domicilio que funcione bien? Es una total locura”, declara Jorge Guerra, Gerente de una TRD en el municipio de Boyeros, quien señaló abiertamente el problema del desabastecimiento en la Isla, y la crisis con el transporte que perjudica a las tiendas estatales cubanas.
En Cuba desde el mes de julio de 2016 se viene implementando una prueba piloto para poner en práctica sistemas de pagos y transacciones bancarias online, asimismo compraventa en diferentes tiendas web entre otros servicios que requieren internet.
Pero si se analiza la ineficacia que hasta ahora ha tenido el internet en la Isla, debido a la lentitud de la navegación que ofrece el servicio Nauta en las redes Wifi a lo largo del país; y ahora para colmo la más reciente tomadura de pelo de la estatal Etecsa, ofreciendo el servicio Nauta Hogar, “para los hogares cubanos”, que debido a los costos tan elevados resulta una quimera para la población, es difícil confiar en que este momento que anuncia la prensa oficial con tanto bombo y platillo pueda llegar al cubano común.
“En el 2017 se incorporan al plan piloto las tiendas de Xetid, Citmatel, TRD 5ta. y 42, y Correos de Cuba. Hasta el cierre de septiembre del 2017 se realizaron 309 operaciones”, afirma Beatriz Milián Sardiñas, Directora de Sistemas en la Unidad adscrita de servicios informáticos del Banco Central de Cuba (BCC).
En la actualidad, a nivel mundial no se puede prescindir de servicios y pagos online. Algunas personas entrevistas que viven fuera de Cuba coinciden en que “hacer la compra por Internet o efectuar pagos y transacciones bancarias desde la comodidad del hogar”, es muy ventajoso.
Sin embargo, los cubanos que residen en Cuba plantearon: “¿Cómo pueden pensar en servicios y comercio online si es tan caro y difícil el acceso a Internet?”
Fans de las nuevas tecnologías y emprendedores en la Mayor de las Antillas, sueñan con “poder acceder a algún servicio similar a (PayPal), montar cualquier tipo de negocio online y cobrar por esta vía, hacer la compra desde la comodidad de sus casas o poder realizar transferencias bancarias sin necesidad de pasar varias horas en la cola de un banco”.
Un ingeniero en en Informática graduado de la UCI, se cuestiona: “Primeramente deberían mejorar muchas cosas antes de pensar en implementar cualquier tipo de servicio de pago online. Lo primero es la conectividad, (porque) sin Internet nada de esto es posible. Cuba cuenta con la tasa de conectividad más baja de Latinoamérica y estoy seguro que el Internet más caro del mundo: 1,50 CUC por una hora cuando el salario medio es de 20 CUC al mes. Es más que caro. (…) También se debe pensar en la seguridad informática, estamos hablando de dinero, y si en países con más experiencia y desarrollo que Cuba existen muchos delitos relacionados con el robo de credenciales y cuentas bancarias a través de Internet, imagínate aquí en Cuba donde tenemos una sociedad analfabeta en cuestiones de tecnología. Si todavía hoy existen robos de cuentas Nauta a muchas personas con el objetivo de sustraer horas de Internet, ¿qué podría pasarle con el dinero a la mayoría que son desconocedores de las medidas de seguridad para este tipo de gestión?”.
Mientras algunos se muestran optimistas, otros se cuestionan la seguridad, la falta de conectividad, y la eficiencia en el funcionamiento de un sistema como el que se plantea, que existe a nivel mundial, pero se ve a mil años luz de la Cuba offline.
(Con información de Cubanet)