Luis Hernández, un holguinero cuentapropista denunció que está siendo presionado y hostigado por parte de la policía y otras autoridades locales que intentan impedir la apertura de su negocio privado, se trata de un café que rinde tributo a la cantante cubana Celia Cruz.
El holguinero, identificó como “Chapman”, a un oficial de la Seguridad del Estado, quien le “sugirió” incluso que nombre al negocio “Azúcar”, en alusión al exitoso tema de la legendaria cubana, que emigró a Estados Unidos, y constituye una de las figuras más importantes del exilio, aunque haya fallecido.
El cuentapropista señala que ha invertido más de 100.000 pesos cubanos, equivalentes a unos 30.000 dólares, para restaurar el local, detalló incluso que obtuvo un préstamo bancario, pero al ponerle nombre a su negocio, los obstáculos comenzaron a aparecer.
Asimismo contó que tiene cuatro trámites estancados en la ONAT “sin tener explicación alguna”.
“Están obstaculizándome por todos los medios”, acotó. “Mientras yo no dije que se iba a llamar Celia Cruz me dieron el crédito en el banco”, subrayó.
“A raíz de que yo llamé Celia Cruz a este lugar, y dije que esta iba a ser la casa de Celia Cruz, (…) todos los obstáculos han comenzado”.
La iniciativa responde, dijo Hernández, a que quiere rendir tributo a la cantante que él considera es cultura y es identidad de la nación, añade “Celia Cruz es Cuba”.
El emprendedor también señala que los tropiezos que enfrenta podrían estar vinculados con su pasado como opositor político en la Isla caribeña, ya que militó en organizaciones independientes como el Movimiento Cristiano Liberación.
Luego de esfuerzos invertidos y años como disidente, Hernández prefirió retomar su trabajo como productor con agrupaciones culturales, y después se le ocurrió emprender el negocio del café.
“Ya está el nombre, el cartel con el nombre y en la ONAT está registrado como Celia Cruz”, afirmó.
Quien relató, que se dieron cuenta tarde: “Ahora no me pueden decir que no, lo que pueden es hacer la guerra que me están haciendo”.
El cuentapropista comenta a Radio Martí que existe un “complot” entre el jefe de sector y una vecina.
Ya que cuenta que le han provocado una filtración en la pared del local. “Le pusieron una caída de zinc y toda el agua que rueda de arriba, de los tanques que se botan y del agua fluvial, cae contra la pared mía”, señaló.
“El jefe de sector me levantó un acta de advertencia sin yo haber hecho nada”, comentó sobre el documento que no leyó ni firmó.
Hernández confiesa sus pérdidas por emprender el negocio: “Ahora la víctima soy yo, que tengo que pagar todos meses 3.730 pesos de crédito y tengo 14 trabajadores contratados (…) sin trabajar”.
El opositor concluye afirmando, “hay que tener la paciencia de los dioses para esto”.
(Con información de Martí Noticias)