Muchos de los restaurantes privados en La Habana pasarán el fin de año como otra fecha más, sin muchos bombos ni platillos, pero aquellos que sí han preparado una inicitiva no tendrán mucha afluencia de comensales por los elevados precios y la poca oferta.
«El problema es que en mi casa somos siete personas. Imagínate, con lo que le gusta al cubano comer bien en fin de año, necesitaríamos por lo menos dos pollos. Eso sin contar la cerveza, que no le bajaron el precio y cuesta 1.50CUC. La cena nos saldría, siendo optimistas, en 60CUC», comenta un hombre que lee la carta de Los Tres Chinitos, un restaurante en el Barrio Chino.
En ese mismo lugar también hay oferta de costillas a la barbacoa y cerdo asado por 5.50CUC el plato, mientras que los entremeses como el tamal en cazuela y los tostones al ajillo, cuestan 3.50CUC y 1.50CUC respectivamente.
«Tal vez aproveche la oferta para hacer una salida normal con mi mujer. El problema es que al final sales perdiendo, porque la mayoría de los menús solo traen un líquido y es mentira que te vas a comer un bistec con solo una copita de vino», asegura otro hombre que hojea el menú de la Sociedad Chang Weng.
Según varias personas, uno de los errores de estas ofertas es que están pensadas para dos personas.
«Si esto fuera Europa, donde uno solo vive con su esposa e hijos, podría entenderse, pero en Cuba es bastante rara una familia pequeña. Mínimo serían cuatro personas en la casa, más toda la parentela porque el cubano es familiar», asegura Antonio, dependiente de una tienda.
«Las ofertas particulares para este año se quedan cojas por ese lado. Además, suponiendo que tuvieras el dinero para pagar una oferta para todos, lo que sucede en mi caso, prefieres quedarte a cuidar tu casa y al final la pasas mejor porque es tu sazón y puedes comer lo que tú quieras o puedas», agregó.