Mary Blanca Ortega Barredo, titular de Comercio Interior en la Isla (MINCIN), dijo al diario oficialista Granma que no hay condiciones para crear mercados mayoristas en Cuba, con el fin de “atender las necesidades del sector cuentapropista y de las formas de gestión no estatal”.
La ministra mencionó además, que pese a ello “se han dado pasos” para posibles y futuras aperturas con el Ministerio de Finanzas y Precios, la Organización Nacional de Administración Tributaria y las empresas comercializadoras.
“Esos mercados llevan un aseguramiento estable para que sean sostenibles en el tiempo y no vale la pena abrirlos mientras no exista la garantía de suministro seguro; por esa razón se han implementado otras modalidades de comercio mayorista, a partir de nuevas normativas establecidas como la venta a las cooperativas y trabajadores por cuenta propia con un descuento del 20%, y en el caso de las piezas de repuesto del programa de ahorro energético, con una rebaja de un 30%”, explicó Barredo.
Los cuentapropistas cubanos han demandado al Gobierno cubano, y a las autoridades flexibilizar los mecanismos para adquirir materias primas e insumos; y capacidad para realizar importaciones de carácter comercial; no obstante el régimen no quiere dar rienda suelta al sector privado, conviene a sus intereses maniatarlo y ponerle cortapisas.
A mediados de 2017, el Gobierno paralizó el otorgamiento de nuevas licencias a los trabajadores por cuenta propia en determinadas áreas, las más importantes como restaurantes y arrendamiento a los turistas; con el pretexto de “irregularidades en los procedimientos”.
Marino Murillo, vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 31 de mayo pasado dejó claro que el régimen no permitirá la concentración de la propiedad, y de la riqueza aunque se autoricen formas de gestión privadas, posteriormente lo ratificó el general Raúl Castro Ruz.
Las políticas económicas de La Habana, han sido cuestionadas por varios estudiosos de la economía cubana; y particularmente estas últimas disposiciones tomadas para continuar el control sobre el sector privado.
El economista Omar Everleny Pérez, lamentaba: “Cuba es el único país del mundo que persigue la pobreza y no la riqueza”.
En Santa Clara, solo en 2016, el Gobierno confiscó bienes a 239 trabajadores del sector privado y les ocupó más de 10.800 artículos de plomería y ferretería, efectos electrodomésticos y 1.123.996 pesos cubanos, revelan estadísticas del mismo Estado cubano.
(Con información de Diario de Cuba)