Leonit Carbonell disidente cubano cuestiona el adoctrinamiento al que son expuestos los niƱos cubanos a diario en la Mayor de las Antillas, y denunciĆ³ el caso de su hijo, que fue obligado por una maestra a comprar ālibros inapropiados para su edadā.
Esta ha sido una problemĆ”tica histĆ³rica en la Isla desde que Fidel Castro llegĆ³ al poder, y se dispuso a eliminar cualquier otra forma de educaciĆ³n que no fuera pĆŗblica y estatal; en una carta reciente rubricada por tres sacerdotes cubanos, los clĆ©rigos exigĆan entre otras muchas cosas que se permitiera a los padres cubanos cĆ³mo educar a sus hijos. La iglesia desde que los Castros se adueƱaron de la Isla ha abogado porque se permita la educaciĆ³n privada en Cuba, algo que si para algunos ahora puede parecer un lujo en un paĆs arruinado, es necesario, porque desde la hora cero en que el Gobierno cubano nacionalizĆ³, eliminĆ³ cualquier otra posibilidad para los cubanos que no fuera la educaciĆ³n estatal comenzĆ³ a realizar de manera eficiente el proceso de lavado de cerebros, y mĆ”s que promover saberes necesarios, la escuela cubana adoctrina.
Volviendo al caso especĆfico del opositor, Carbonell explica que el incidente no es casual, sino que ocurriĆ³ dado que su esposa la Dama de Blanco, MailĆ©n Maidique y Ć©l se oponen abiertamente al rĆ©gimen de RaĆŗl Castro.
SegĆŗn contĆ³ a MartĆ Noticias, Carbonell teme que a su hijo que estudia en la escuela primaria 7 de Diciembre, del municipio BaraguĆ”, Ciego de Ćvila, lo influencien.
El niƱo comprĆ³ en la escuela ālibros de corte polĆtico que muestran actividades del proceso comunistaā, y cuĆ”ndo sus padres le preguntaron por quĆ© los habĆa comprado, el pequeƱo dijo āque la maestra y las auxiliares lo obligaronā, comentĆ³ el activista.
āEran libros de Fidel (Castro), de los milicianos, y del proceso comunista vigente en el paĆs, y me preocupa lo ocurrido porque siempre le he dicho a mi hijo que a la hora de comprar un libro debe hacerlo a su gusto, y no por imposicionesā, acotĆ³.
La casa de la familia fue agredida la semana pasada, con artefactos caseros rellenos de Ɣcido, que incluso explotaron muy cerca de donde duerme el niƱo.
Es un viejo hĆ”bito del rĆ©gimen acosar y hostigar a los opositores, a quienes piensan diferente, y desean un paĆs distinto, construir la otredad que nos amenaza, llamar āgusanosā, o āescoriaā, a los que se le oponen, es una muy usada tĆ”ctica del castrismo. Aquellos que tienen mĆ”s edad recuerdan los mĆtines de repudio a quienes emigraron por el Ć©xodo del Mariel, es el triste horror que se pone en prĆ”ctica en un Estado totalitario.
(Con informaciĆ³n de MartĆ Noticias)